Redacción Canal Abierto | “Estamos todos con mucha ansiedad para que a mediados del año que viene podamos poner finalmente en marcha el Sistema Riachuelo en su conjunto”.
Las palabras que pronunció la titular de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Malena Galmarini, en junio del año pasado lograron convertirse en hechos ayer, con una inauguración que se llevó adelante en Dock Sud, al sureste del conurbano bonaerense, y que tuvo al presidente Alberto Fernández y al ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, sobre el escenario.
Se trata de la primera ampliación del sistema troncal de cloacas que se realiza en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en más de 70 años, y que permitirá solucionar integralmente la capacidad de transporte de los desagües cloacales en esta área, donde vive más del 10% de la población argentina.
También permitirá evitar la contaminación del Riachuelo por efluentes cloacales y mejorar la calidad del servicio de unos 4,5 millones de usuarios y usuarias de los distritos bonaerenses de Avellaneda, Esteban Echeverría, Hurlingham, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Morón, San Isidro, San Martín, Tres de Febrero, Vicente López y de la Ciudad de Buenos Aires.
A futuro y de manera indirecta, tendrá la capacidad de incorporar a otro millón y medio de personas del sur del conurbano.
Los datos
La obra comenzó en 2015 y consiste en más de 40 túneles que circulan por debajo del AMBA y el Río de la Plata, integrados por tres lotes: el Mega Colector, la planta de pretratamiento y el Emisario.
Durante la inauguración –que se realizó donde se emplaza la planta de pretratamiento–, Massa detalló que esta ingeniería tiene “42 kilómetros subterráneos” más otros 12 kilómetros que avanzan bajo las aguas del Río de la Plata, en el túnel denominado Emisario que es el encargado del transporte y difusión de los efluentes.
Hace dos meses, Marcela Álvarez, ingeniera y directora del Sistema Riachuelo de AySA, explicaba en declaraciones a Télam que este túnel es “el corazón del Sistema Riachuelo”, y que a él llegarán los efluentes cloacales transportados por las tuneleras a lo largo del AMBA para realizar su tratamiento. Allí, ese efluente, en un margen máximo de cuatro horas, será autodepurado.
La planta recibirá un caudal de 27 centímetros cúbicos por segundo de efluentes, lo que equivale a “llenar siete estadios de fútbol por día”, precisó la ingeniera, que dirige obras de saneamiento desde la década del 90. De igual manera, contó que el proyecto mejorará “la calidad de vida de los habitantes de la cuenca” y propicia “la descontaminación del Riachuelo en lo que tiene que ver con los efluentes cloacales”.
El Sistema Riachuelo, que permitirá minimizar el impacto ambiental, fue ejecutado por Acumar, generó 1.500 puestos de trabajo y se realizó gracias a una inversión de 1.200 millones de dólares aportados por el Estado y el Banco Mundial. Esta entidad aprobó en 2021 un nuevo crédito para que se pudiera avanzar en la planta de tratamiento, que hasta diciembre de 2019 estaba parada.
Un problema histórico, una solución histórica
El problema que generó la necesidad de esta obra es de larguísima data. Está originado en la cuenca Matanza-Riachuelo, que desemboca en las aguas del Río de la Plata, cuyas cuencas media y baja están “ampliamente contaminadas por las acciones del hombre desde hace más de 200 años”, aseguró Álvarez.
Pero referencias históricas que datan de la Asamblea del año 1813, ya señalan la necesidad del saneamiento del Riachuelo.
Dentro del área de concesión de AySA se encuentran tres cloacas máximas, la más antigua inaugurada hace 120 años y la más moderna hace 75. El crecimiento demográfico de estas áreas hizo que estas cloacas vean superada su capacidad. La ingeniera también explicó que los pluviales se ven afectados por “conexionados clandestinos y funcionamientos anómalos”, que contaminan de manera directa el Riachuelo el transportar efluentes cloacales, cuando en realidad se debería recibir solo el agua de lluvia.
Por este motivo, “era necesario resolver esta problemática con infraestructura básica estructural, a través de un sistema completo que permita un trasvase de caudal entre las cuencas”.
El proyecto fue realizado con maquinarias originarias de más de 20 países, la mayoría de México, Alemania, China y Finlandia.
“Esta realización es un hecho histórico, novedoso y con trascendencia a nivel mundial”, remarcó la especialista.
Foto: Télam