Policía desaparecido: Renunció el juez que planchó la causa durante más de 4 años

Redacción Canal Abierto |  Arshak Karhanyan era oficial primero de la Policía de la Ciudad. Al momento de su desaparición, el domingo 24 de febrero de 2019, prestaba servicio en la comisaría 7B del barrio de Caballito, a la que había sido trasladado poco tiempo antes, luego de un confuso episodio en su anterior destino: Exposiciones. 

En ese área es donde conoció al agente Leonel Herba, la última persona con la que Arshak habló antes de desaparecer. Ese mismo domingo alrededor del mediodía, en la vereda del departamento de Avenida Directorio donde vivía el joven de origen armenio, ambos conversaron durante 45 minutos.

Luego, Arshak subió a su departamento, agarró su mochila y el arma reglamentaria, y salió vestido de civil y sin teléfonos hacia la zona comercial de Caballito. En un Easy compró una pala y al salir se tomó un colectivo de la línea 8, posiblemente en sentido a Ezeiza o Ciudad Evita. A partir de ahí, no se supo más nada de él.

Tal como denunció la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en eso mucho tuvo que ver la desidia del juez Alberto Baños, quien tuvo en sus manos la causa hasta fines de septiembre.

Gracias al trabajo del abogado Juan Kassargian y de amigos y familiares de Arshak, se pudieron reunir elementos clave que apuntan a la responsabilidad de la misma policía de la Ciudad. Sin embargo, el juez Baños nunca siguió esas líneas de investigación -planteadas también por el fiscal Santiago Vismara-, ni apartó a la fuerza porteña, a pesar de que así lo establece para estos casos el Código Procesal Penal.

Ante esta situación, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que en la última etapa se integró como querellante en la causa, había solicitado el apartamiento del magistrado. Esta misma semana se conoció que Baños había presentado su renuncia y que en su reemplazo, como subrogante, asumió Martín Yadarola.

Medidas pendientes

En el escrito en el que pedía la recusación, la Secretaría enumeró una a una las irregularidades cometidas por la Policía de la Ciudad desde los días inmediatos a la desaparición de Arshak. Entre otras cuestiones, la fuerza perdió imágenes de cámaras de seguridad, omitió informar de otras, resguardó cámaras de un día distinto al solicitado y arruinó la información de un teléfono celular de Arshak.

En diálogo con Canal Abierto, Mariano Przybylski, director nacional de Políticas Contra la Violencia Institucional, habló de los pasos a seguir. “Vamos a trasladarle todos los pedidos que teníamos pendientes, entre ellos, que reciba a la mamá de Arshak, para que se pueda interiorizar sobre qué va a hacer el juez con la investigación”, indicó.

Otro pedido pendiente es la imputación a Leonel Herba, a quien Baños solo había llamado como testigo. “Vos seguí haciendo desaparecer gente”, le había dicho su pareja de entonces a Herba en una conversación que el mismo agente tenía guardada en su teléfono, tal como reveló la periodista Irina Hauser en Página 12. Un dato clave en esta línea es que, en la primera etapa de la investigación, el policía cargo de recolectar las cámaras e incluso tomar declaraciones era amigo de Herba.

El área que conduce Horacio Pietragalla también apuntó contra la falta de celeridad del juez respecto a una medida básica ante la desaparición de una persona: la sistematización de los datos enviados por fiscalías y juzgados de CABA y de la provincia de Buenos Aires sobre personas desaparecidas, y el armado de un plan de trabajo para su cotejo con la información genética de Arshak.

Tiempo atrás, la Secretaría también pidió que la causa se investigue como desaparición forzada y pase al fuero federal. Esto no pudo conseguirse, sin embargo, aclaró Przybylski, “ahora lo que queríamos, más que la caratula, era que cambie el juez, porque con Baños no había ninguna posibilidad de avanzar”. “Nos genera expectativa que haya otro juez y esperamos que se puedan tomar las medidas pendientes”, aseguró.