Redacción Canal Abierto | La Finca El Pongo está ubicada en el departamento de Perico, a unos 35 kilómetros de San Salvador de Jujuy. En 1965, el Doctor Plinio Zabala donó el territorio a la provincia para que sea utilizado en beneficio de la comunidad y la instalación de un hospital.
Desde entonces, las comunidades que habitan sus 2.500 hectáreas de tierras bajas, tierras altas y lagunas producen allí hortalizas y verduras, crian ganado y pescan en sus aguas.
Sin embargo, hoy corren riesgo de perderlo todo frente al avance de una serie de mega emprendimientos impulsados por Gerardo Morales en beneficio de allegados y firmas trasnacionales. Por un lado, con la instalación de Cannava S.A., empresa estatal jujeña dedicada a la producción de cannabis medicinal y cuyo presidente es ni más ni menos que el primogénito del gobernador, Gastón Morales.
Por otro, la amenaza que conlleva las operaciones de la empresa china Tsingshan Mining Development S.A., productora de insumos para el litio que ya lleva invertidos unos 120 millones de dólares en la construcción de una fábrica para producir ácido clorhídrico e hidróxido de litio. La resistencia de las comunidades a este mega emprendimiento se explica por su potencial contaminante, así como también a la enorme cantidad de agua que requiere para funcionar y que pone en peligro el suministro de un recurso escaso en esta árida región jujeña.
A todo esto, el prometido Hospital de Finca El Pongo, construido en 2020 para atender a los trabajadores de Cannava, fue cerrado este año debido a problemas financieros y de gestión por parte de la provincia.
En esta crónica audiovisual de Canal Abierto, los registros de las protestas de los periqueños contra la polémica Constitución impulsada por Morales -y que mucho tiene que ver con el despojo denunciado por las comunidades- y el relato de Julia García, productora hortícola de Finca El Pongo.