Redacción Canal Abierto | La incertidumbre previa al balotaje y los interrogantes sobre las políticas de shock del gobierno de entrante generaron una nueva escalada inflacionaria.
A las subas previstas para este mes en los peajes, las cuotas de las prepagas, las matriculas de los colegios, las tarifas de las telecomunicaciones y los alquileres, en las últimas horas se sumó una andanada de remarcaciones sobre productos de consumo masivo que vuelve aún más acuciante el escenario social.
Y si bien es cierto que falta una semana para que el INDEC publique cifras oficiales, un estudio del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) puede dar una idea del panorama que enfrentará Javier Milei a partir del 10 de diciembre.
Según el relevamiento mensual sobre 850 negocios de cercanía de barrios populares de 20 distritos del conurbano bonaerense, los valores de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en noviembre subieron 14,8%. Esto quiere decir que una familia tipo (dos adultos y dos menores pequeños) necesitó $182.905 para adquirir los alimentos indispensables para todo el mes.
“En este contexto, no es de extrañar el aumento de la pobreza que registra la medición del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. Según esta encuesta en septiembre la pobreza subió al 44,7%, contra el 40% que teníamos a principios de año, mientras la indigencia se mantiene estacionada entre 9 y 10%. Son más de 20 millones de argentinos por debajo de la línea de pobreza, de los/as cuales más de cuatro millones no tienen los recursos suficientes para alimentarse adecuadamente”, plantea el director del ISEPCI, Isaac Rudnik.
En los once meses que lleva 2023, la CBA en cuestión acumuló un aumento del 185,19%. En el desglose por rubro, el estudio detalla que las carnes subieron 209,75% y los productos de almacén 183,26%, mientras que las verdura y frutas se incrementaron en un 156,11%.
Sobre el escenario futuro, el Instituto analiza advierte que “las promesas de fuerte ajuste en gastos del estado, paralización de la obra pública, apertura de la economía con el consiguiente cierre de miles de pequeñas empresas por no poder competir con los productos importados, y la continuidad del proceso inflacionario, no pronostican un futuro de mejoras para los sectores de menores ingresos”.