Redacción Canal Abierto | Tras las violenta devaluación de diciembre y dos meses de inflación récord, hoy se reunirá por primera vez el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. (SMVM)
Allí, por primera vez desde la asunción de Javier Milei a la Presidencia, sindicalistas y empresarios acordarán el sueldo básico que fija los ingresos de las y los trabajadores que están por fuera de los convenios colectivos de trabajo. El monto también impacta en el Salario Social Complementario.
En diciembre, el índice Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) cayó en términos reales un 13,7%, la caída más importante de la serie que arranca en 1994. Esto puso al salario en niveles de septiembre de 2003. Si se tiene en cuenta el IPC que se conoció ayer, esa caída perforará en enero los mínimos históricos de 2002, luego de la crisis de 2001.
La reunión tendrá lugar luego de que se conociera el dato de la inflación de enero (20,6%), que si bien fue menor que la de diciembre, está muy lejos de implicar una tendencia a la baja y acumuló una suba interanual de 254,2%, la más alta desde 1991.
El SMVM, por su parte, arrastra una pérdida grosera: en 2023, tuvo un incremento del 151,8% frente a una inflación del 211,4%.
El derrumbe
Como consecuencia, el salario mínimo toca pisos históricos. Para los mensualizados, en diciembre éste fue de $ 156.000; y de $ 780 para quienes cobran por hora. Mientras tanto, la canasta básica para un trabajador sin carga familiar fue de $491.367.
Se trata de “la peor caída desde la híper de fines de los 80”, señala Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma y referente del Observatorio del Derecho Social. Y apunta que, en solo un mes (diciembre), los trabajadores del sector privado registrado perdieron un 11,5% y los del sector público un 15,9%.
“En comparación con octubre de 2015, el salario real promedio en el sector privado registrado cayó un 32,2% y en el sector público el derrape supera el 40%. No alcanzan las palabras para describir esto”, aseguraba en un tuit de comienzos de febrero.
En diciembre, el índice Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) cayó en términos reales un 13,7%, la caída más importante de la serie que arranca en 1994. Esto puso al salario en niveles de septiembre de 2003. Si se tiene en cuenta el IPC que se conoció ayer, esa caída perforará en enero los mínimos históricos de 2002, luego de la crisis de 2001.
El salario mínimo toca pisos históricos. Para los mensualizados, en diciembre fue de $ 156.000; y de $ 780 para quienes cobran por hora. Mientras tanto, la canasta básica para un trabajador sin carga familiar fue de $491.367.
Según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), el poder adquisitivo del SMVM “muestra una tendencia negativa desde 2011, que resultó particularmente fuerte en los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri así como en 2020. Esta caída ha sido incluso superior a la pérdida real de los salarios registrados”.
Luego, entre 2021 y 2022, las siete instancias de actualización del salario mínimo no lograron su recuperación. Para CIFRA, “2022 cerró con una caída promedio del salario mínimo real del 1,3%, que lo ubicó 33% por debajo del nivel de 2015”. Si se suma 2023, la caída es del 45% en los últimos ocho años.
La reunión
La Comisión de Salario Mínimo reúne a representantes de los trabajadores —las centrales obreras CTA y CGT— y de los empresarios —la UIA y la CAME, entre otras.
La CTA Autónoma anticipó que reclamará que haya aumentos todos los meses y un incremento que, en lo inmediato, supere los valores de la canasta básica de indigencia (para un matrimonio y dos hijos), que en enero del 2024 estuvo en $285.561 y su proyección a marzo estaría alrededor de $376.925. La canasta de pobreza, en tanto, ronda para una familia los $600.000.
Por su parte Héctor Daer, titular de la CGT y uno de los representantes sindicales ante el Consejo del Salario, adelantó que pedirá un aumento del 85%.
Ilustración: Marcelo Spotti