Redacción Canal Abierto | Según el Observatorio Social de la Universidad Católica (UCA), en enero de 2024 el 57,4% de los argentinos estuvo por debajo de la línea de pobreza. La cifra representa un récord para el índice, es decir que en enero de 2023 se registró el número más alta en los veinte años que el organismo lleva midiéndolo.
Así, la pobreza subió del 44,7%, en el tercer trimestre de 2023, al 49,5% en diciembre, y al 57,4% en enero. En números reales, la medición indica que 27 millones de argentinos son pobres.
Este valor está directamente relacionado con otro, el de la inflación, que en la Era Milei también tuvo su propio récord: el IPC de enero fue del 20,6%, y el de diciembre de 25,5%. Gracias a eso –y a la brutal devaluación del 118% con la que Javier Milei estrenó su gobierno–, la interanual llegó a 254,2%, la más alta desde 1991.
Ambas variables, pobreza e indigencia, se dispararon durante la gestión presidencial de los actuales socios de La Libertad Avanza, y con el mismo ministro, Luis Caputo, al frente de las finanzas públicas.
En el análisis de la UCA, titulado Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario postdevaluación. Escenario a diciembre 2023 y enero 2024, también detalla que la indigencia pasó del 9,6%, en el tercer trimestre de 2023, al 14,2%, en diciembre de 2023, y al 15%, en enero de 2024. Esto equivale a 7 millones de personas bajo la línea de indigencia.
Fiel a su estilo, ni bien conocidos los números el Presidente no tardó en tuitear al respecto.
“La verdadera herencia del modelo de la casta: 6 de cada 10 argentinos son pobres. La destrucción de los últimos cien años no tiene paragón en la historia de Occidente. Los políticos tienen que entender que la gente votó un cambio y que nosotros vamos a dar la vida para llevarlo adelante. No vinimos a jugar al juego mediocre de la política. Vinimos a cambiar el país. VIVA LA LIBERTAD CARAJO…!!!”, escribió en la red X (ex Twitter).
El escrito suscitó una respuesta por parte de la expresidenta y vice, Cristina Fernández, por la misma red, quien puso el eje en el gráfico realizado por el Observatorio de la UCA, que mide la evolución de las tasas de pobreza e indigencia urbanas entre enero del 2004 y enero del 2024.
“Cuando lo vi, me acorde del tercer párrafo, página 10 del documento de trabajo ‘ARGENTINA EN SU TERCERA CRISIS DE DEUDA -Cuadro de Situación-’, que transcribo a continuación: ‘No pudo seguir en el gobierno (me refiero a Macri), pero el condicionamiento estructural que significaron sus decisiones en materia de endeudamiento, tanto por la magnitud de su volumen total con bonistas privados y con el FMI, como por el retorno de ese organismo multilateral en su rol de auditor de la economía argentina, aun persiste. Con el gobierno de Mauricio Macri la Argentina, como en el juego de la oca, retrocedía casilleros a mansalva. El gobierno que siguió no pudo o no supo cortar este verdadero nudo gordiano de la economía argentina’. Si fuera el Juego de la Oca, al mirar el gráfico del Observatorio, más que un retroceso a mansalva estaríamos viendo cómo, a partir del año 2018 -con endeudamiento en dólares y regreso del FMI de la mano de Mauricio Macri-, volvimos para atrás hasta caer en el punto de partida. La realidad que muestra este trabajo es que hoy ya estamos peor que en el año 2004. Sin embargo, la verdadera tragedia es que no están jugando un juego de mesa, sino con la mesa de los argentinos”, tuiteó.
En efecto, el gráfico muestra una curva descendente de los niveles de pobreza e indigencia desde 2004 hasta 2012, que se mantiene más o menos estable hasta 2017, y luego revierte su tendencia con una fuerte escalada hasta 2020, que apenas logra plancharse hasta 2023 para volver a iniciar la curva hacia arriba.
En otras palabras: ambas variables se dispararon durante la gestión presidencial de los actuales socios de La Libertad Avanza, y con el mismo ministro, Luis Caputo, al frente de las finanzas públicas.
El rol del Estado
En esos números también inciden las políticas públicas destinadas a paliar la emergencia social. Según la UCA, en los hogares beneficiarios de asignaciones sociales, la indigencia en el tercer trimestre de 2023 ascendía al 19,7%, trepó al 28,8% en diciembre y descendió al 23,8% en enero como consecuencia del aumento del valor de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y de la tarjeta alimentaria.
Sin embargo, un día antes de que se conocieran estas cifras, el Gobierno salió a celebrar públicamente (en redes sociales) la baja en el déficit, producto en su mayoría del brutal recorte en seguridad social.
A través de X, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, publicó: “en enero el Sector Público Nacional registró un superávit financiero de $518.408 millones. El superávit primario (antes de intereses de deuda) fue de $ 2.010.746 millones y el pago de intereses fue de $ 1.492.338 millones. El déficit cero no se negocia”.
Rápidamente, Milei lo felicitó por la misma red social: «VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO…!!! El déficit cero no se negocia. VIVA LA LIBERTAD CARAJO», escribió.
Según un informe elaborado por la sociedad de bolsa Portfolio Personal Inversiones (PPI), el tan celebrado superávit primario de enero se hizo en un 44,5% a expensas del poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones. Otro 12% fue a costa del incremento a salarios de trabajadores del estado, muy por detrás de la inflación.
Para la UCA, por su parte, el incremento de la pobreza y la indigencia se profundizará en febrero, justamente producto de que jubilaciones y pensiones no tuvieron aumentos en diciembre y enero, pese a la inflación galopante. Lo mismo ocurre con el salario mínimo, que acaba de recibir un aumento del 30% dividido en dos tramos, aun cuando el último acuerdo data de septiembre de 2023.
A todo esto deben sumarse las fuertes subas en las tarifas de transportes y servicios, como consecuencia de la quita de subsidios que también fueron a engrosar el celebrado superávit.
En una entrevista realizada este viernes, Milei también anticipó que la situación se agravará los próximos meses: “El momento más duro será entre marzo y abril”, sostuvo.