Redacción Canal Abierto | Las consecuencias de las medidas iniciales del gobierno de La Libertad Avanza ya se empezaron a hacer sentir sobre la industria nacional, y las primeras damnificadas son las pymes.
En un informe realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la industria manufacturera pyme cayó 30% anual en el primer mes de 2024.
La medición se realizó sobre la base de la facturación de enero, medida a precios constantes respecto del mismo mes del año pasado.
El rubro que refleja más sensiblemente el deterioro en el poder adquisitivo es Alimentos y bebidas, cuya producción cayó un 22% interanual, un 8,7% mensual y está produciendo a un 75,9% de su capacidad instalada.
“Es el segundo mes consecutivo que la actividad fabril se retrae confirmando una tendencia preocupante. En la comparación mensual desestacionalizada, también se registró un descenso del 9,1%”, sostiene el informe.
La utilización de la capacidad instalada también cayó. Las empresas operaron el 70,8% de su productividad, un 2,3% menos que en diciembre.
Los rubros más afectados
Esta situación está atada a dos variables: el fuerte deterioro en el poder adquisitivo de la población, que quedó en evidencia a través en el los indicadores de caída del consumo; y la pérdida de competitividad en los mercados mundiales, que afecta a las empresas de perfil exportador, como lo reflejó el Monitor de Exportaciones de las Economías Regionales (MEER), también elaborado por la CAME. Según este índice, enero terminó con una caída en las exportaciones de las economías regionales del 14,3% en toneladas y 13% en dólares (US$ 1.069 millones menos).
“Es muy preocupante que la industria produzca un 30% menos en un mes porque no es como un comercio que compra y vende un producto elaborado. Seguramente se cerrarán pymes porque a la industria le cuesta muchísimo mantener su planta productiva”, sostuvo Alberto Kahale, vicepresidente primero de la CAME, en declaraciones a La Mecha (Radio Provincia AM 1270).
De igual manera, detalló que el derrumbe “está provocado por el gran enfriamiento de la economía desde diciembre para acá”.
“En enero las pymes dieron vacaciones porque no quieren echar. Echan las que cierran porque no les queda otra, pero el obrero es el que nos ayuda a crear riqueza y además necesitás mano de obra calificada y lleva años preparar a un obrero”
Alberto Kahale, vicepresidente primero de la CAME.
La caída más estrepitosa la vivió el rubro Papel e impresiones (-41,7% interanual), seguido por Químicos y plásticos (-35.6%); Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte (-34,8%); y Madera y muebles (-30,6%). Estos dos últimos fueron también los que más cayeron en el último mes, con un 13,5% cada uno.
El rubro que refleja más sensiblemente el deterioro en el poder adquisitivo es Alimentos y bebidas, cuya producción cayó un 22% interanual, un 8,7% mensual y está produciendo a un 75,9% de su capacidad instalada. La caída en el consumo de alimentos ya había sido reportado por la CAME en un informe de comienzos de febrero sobre ventas minoristas. Allí, el rubro Alimentos y bebidas fue el segundo que más cayó (-37,1%), sólo superado por Farmacia (-45,8%).
“En términos generales, los comercios consultados coinciden en que enero fue un mes perdido”, sostiene aquel informe, que denuncia una caída estrepitosa de las ventas minoristas totales del 28,5% interanual, y del 6,4% en relación a diciembre.
Las consecuencias en el empleo
El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME se basó en una muestra de 413 industrias pyme a nivel federal.
En él, el organismo empresarial advierte: “Las industrias pyme se preparan para un panorama complejo en los próximos meses. La rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores: la baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumado a la persistente inflación y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos como la electricidad, generan un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial”.
Es el segundo mes consecutivo que la actividad fabril se retrae confirmando una tendencia preocupante. En la comparación mensual desestacionalizada, también se registró un descenso del 9,1%.
De concretarse, este escenario implicaría una suba en la tasa de desempleo, que podría comenzar a impactar en los próximos meses, como también lo señaló Kahale, quien comparó la situación con lo que ocurrió a finales de los 90, que caracterizó como un “genocidio industrial”. “En enero las pymes dieron vacaciones porque no quieren echar. Echan las que cierran porque no les queda otra, pero el obrero es el que nos ayuda a crear riqueza y además necesitás mano de obra calificada y lleva años preparar a un obrero”, planteó.
Luego agregó: “Esperamos que el Gobierno se dé cuenta de que tiene que cambiar porque no puede haber apriete por todos lados. Eso repercute no solo en la industria sino en toda la actividad económica y, sobre todo, en el ciudadano común que con un sueldo de $600 mil pague un alquiler y se pueda comprar un pullover o un jean para ir a trabajar”.