Redacción Canal Abierto | Tal como había anunciado Javier Milei durante su discurso en la Apertura de Sesiones, el gobierno puso en marcha un plan para cerrar Télam. Para ello, esta madrugada ordenó vallar su redacción, deshabilitó la página web y envió un correo electrónico en el que informa a sus trabajadores que se encuentran “dispensados” de cumplir tareas.
En respuesta, miles de colegas de la agencia y otros medios de comunicación, referentes de cultura, política y sindicalismo, realizaron un abrazo simbólico al medio que ya lleva casi 80 años informando a los argentinos.
Entre otras cosas, denunciaron de macartista el ataque que vienen sufriendo por parte del Presidente: “no nos importa si los compañeros o compañeras son kirchneristas, radicales, troskistas o cómo piensen, acá son todos excelentes profesionales”. A su vez, anticiparon que instalarán un acampe “para resguardar la integridad del edificio”, además de dar continuidad al servicio de noticias.
El Gobierno insiste en que el megaDNU de diciembre le otorgaría las herramientas legales suficientes para el cierre. Sin embargo, la judicialización de buena parte de este decreto y el traspié legislativo de la ley ómnibus lo obliga a aprobar una norma especial o bien derogar la Ley 20.705, que crea y protege Sociedades del Estado como Télam.
“Buscan silenciar a la prensa para ocultar el brutal el ajuste, pero no lo vamos a permitir”, señaló Agustín Lecchi, secretario general Sindicato de Prensa de Buenos Aires. “Télam se defiende porque es el corazón del sistema informativo argentino, es garantía de federalismo, pluralidad de voces y libertad de expresión”.
En una extensa nota publicada en el portal Lado B, la periodista Irina Sternik da cuenta de la importancia de Télam para el sistema de medios públicos y privados de la Argentina y el exterior, su función social, su rol federal, su historia y sustentabilidad presupuestaria, entre otras características que evidencian la injustificada y arbitraria la decisión gubernamental.
Más rechazos
El rechazo al anuncio de cierre fue expresado rápidamente por el sindicato mayoritario de los trabajadores estatales, ATE Nacional, cuyos dirigentes participaron del abrazo.
“Esta decisión atenta contra la libertad de expresión, vulnera el derecho a la información de los ciudadanos y avanza en la estigmatización de los periodistas, resquebrajando la democracia de nuestro país”, indicó Rodolfo Aguiar, titular del gremio verde, desde el acampe.
Germán Martínez, jefe de bloque de Unión por la Patria (UxP) en Diputados, expresó: “Despiadados antidemocráticos. En un claro acto de censura, el gobierno de Milei valló la agencia TÉLAM, suspendió su web y a los trabajadores les impide ir a trabajar. Es una medida totalmente autoritaria que hiere a nuestra democracia y pone en vilo a cientos de familias argentinas”.
Por su parte, la CTA Autónoma, también presente en el edificio de la agencia, se manifestó en solidaridad con los trabajadores y en repudio al gobierno de Milei.
Ricardo Peidro, secretario Adjunto de la central, dijo: “Queremos expresar la solidaridad en esta ofensiva de este gobierno que se dice liberal, que grita por la libertad, pero es un nazifascita en cuanto a lo político. Que plantea la agresión permanente a la clase trabajadora, a los sectores más vulnerables, a la soberanía”.
“Ahora ataca a la Agencia Télam, que siempre está del lado de los trabajadores y las trabajadoras, y por eso la quieren hacer callar. Sus trabajadores siempre comprometidos con la verdad y con cubrir todas las luchas. Con el compromiso de la clase trabajadora y de todas las centrales sindicales, Télam no se va a cerrar”, sentenció el dirigente.
La diputada nacional del Frente de Izquierda Myriam Bregman, en tanto, anunció por redes sociales que presentó un proyecto en la Cámara baja “en defensa de Télam”, en el que se resuelve “rechazar todo intento de avanzar en el desguace y vaciamiento de la agencia”; “denunciar que detrás del cierre se esconde un nuevo ataque al derecho a la comunicación, a la información y la libertad de expresión”; y reclamar “el fin del operativo policial” frente a la sede de Bolivar y la inmediata apertura de las instalaciones, “así como el cese de la suspensión a todos los trabajadores y trabajadoras y el alta de su página web y servicio de cablera”.
El interbloque de Senadores de UxP también rechazó “de manera categórica” el cierre de Télam, “creada hace setenta y ocho años para contrarrestar el manejo de la agenda noticiosa en el territorio nacional ejercido por dos agencias periodísticas norteamericanas, es decir, para que hubiera soberanía informativa en la República Argentina”.
En un comunicado, los legisladores de UxP aseguraron que el anuncio de cierre que hizo el viernes el ultraderechista, así como el “licenciamiento obligado de sus trabajadores y la baja de su página web y servicio noticioso”, significa un “claro acto de censura, un ataque a la democracia, a la pluralidad de voces, al federalismo informativo y al derecho a la información veraz y plural del pueblo argentino”.
El rechazo al cierre de Télam llegó de parte de la Asociación de Corresponsales Extranjeros de la República Argentina (ACERA), que subrayó “la necesidad de que el país cuente con una agencia de noticias de carácter estatal –y no gubernamental- que garantice a la ciudadanía el acceso a una información plural y que apuntale la difusión noticias que, por razones obvias, no suele ser de interés de los medios de prensa comerciales, pero que sí son vitales para la opinión pública”.
También de varios sindicatos y referentes gremiales, entre ellos Pablo Moyano, secretario adjunto de Camioneros e integrante de la Confederación General del Trabajo. “Queremos pedirle al que nos gobierna que tenga un poco de sensibilidad y le devuelva la fuente de trabajo a las 770 familias que hoy han quedado en la calle”, señaló este lunes al mediodía, en el abrazo simbólico que se hizo en la sede vallada.
Se pronunció, además, la organización de derechos humanos Hijos Capital, que manifestó su “repudio al ataque del gobierno de Milei a la libertad de expresión, el derecho al trabajo y el derecho a la información” y su “abrazo y solidaridad” hacia los trabajadores que componen la agencia.