Redacción Canal Abierto | En Argentina, el presupuesto destinado al sistema educativo superior es de poco más de $ 1,4 billones y está compuesto por distintas partidas, pero la principal es Desarrollo de la Educación Superior (más del 90% del gasto total). La decisión del Poder Ejecutivo de prorrogar el presupuesto del año anterior implica una reducción de este en torno al 72% en términos reales.
Un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia indicó que, sin una ampliación presupuestaria, la financiación universitaria registraría su nivel más bajo desde que se tiene registro (1997).
A este recorte hay que agregar que durante el primer trimestre de 2024 el gobierno nacional ejecutó un 30% menos del gasto total en términos reales en comparación con el mismo período de 2023.
El ajuste es indiscutible y evidencia el desprecio de la actual administración hacia las universidades, cuya realidad económica y financiera se ha vuelto crítica. A tal punto que varias facultades anticipan hasta cuándo alcanzará el dinero para su funcionamiento. Ciencias Exactas de la UBA, por ejemplo, lanzó una web donde calculan que en menos de 48 días podrían agotar todo su presupuesto anual.
A mediados de marzo, el Ministerio de Capital Humano que dirige Sandra Pettovello, y bajo cuya órbita funciona la Secretaría de Educación, anunció un aumento del 70% para los gastos de funcionamiento de las universidades. Sin embargo, el sitio web Chequeado indicó que la partida en cuestión representa sólo un 5,5% del total del programa “Desarrollo de la Educación Superior”, según el presupuesto inicial de 2024, o el 8%, si se toma en cuenta el presupuesto vigente
Es en este contexto que universidades de todo el país convocan para el próximo martes 23 de abril a una gran marcha a Plaza de Mayo para defender la educación pública. En las últimas horas, incluso la CGT llamó a participar de la movilización.