Redacción Canal Abierto | Este viernes y por sus redes sociales, Mercado Pago anunció como “una gran noticia” que los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, asignaciones familiares, por embarazo, y programas Progresar y Hogar podrán cobrar esas prestaciones a través de su plataforma.
En efecto, para la empresa propiedad del empresario Marcos Galperín es una “gran noticia” ya que le significa un nuevo negocio millonario.
Que el Estado le transfiera recursos de la Seguridad Social a alguien que no aporta a la Seguridad Social, que no paga cargas sociales porque las triangula por IVA, y que va a utilizar esos recursos para ganar plata es por lo menos oscuro. Eso debe ser investigado por la Unidad Fiscal Investigadora de los Delitos relativos a la Seguridad Social (UFISES)”
Facundo Fernández Pastor, abogado especialista en Seguridad Social.
Se trata de la puesta en práctica de un convenio entre la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) y las fintech (empresas dedicadas a la tecnología financiera) que data de 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, y que permite el cobro de haberes a través de las billeteras digitales.
Sin embargo, la iniciativa quedó cajoneada durante la presidencia de Alberto Fernández y las fintech fueron excluidas del cobro del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que pagó el Gobierno durante la pandemia de COVID-19.
Ahora, con vientos políticos más favorables, la resolución fue reflotada y permite que los más de 4 millones de beneficiarios puedan cambiar la boca de cobro de sus prestaciones por una billetera virtual, un área en la que Mercado Pago es la principal operadora.
¿Cuál es el beneficio que obtiene Galperín? “El negocio es el mismo que tienen los bancos: que los beneficios se liquidan entre el 16 y el 20 y se transfieren a los bancos y ahora a las fintech. Los primeros beneficios se pagan el primer día hábil del mes siguiente, entonces tenés 15 días de plata a la vista. Con eso, hace negocios”, explica Facundo Fernández Pastor, abogado especialista en Seguridad Social.
De ganchos e intereses
En lo que refiere a los usuarios, “el gancho” que ofrece esta billetera para pasarse a ella es que todos la tienen en su teléfono. “En los lugares donde no hay banco o el banco queda muy lejos, a los que cobran jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, que les depositen por Mercado Pago les resuelve la vida, porque pueden ir a comprar al supermercado con el teléfono y ya está —plantea el letrado—. En Provincia de Buenos Aires, cuando estaba (María Eugenia) Vidal como gobernadora se le dio por cerrar los Banco Provincia donde había poca gente: ahora hay muchos pueblos sin banco”.
El otro “gancho” que ofrece la billetera de Galperín es el interés. “Si vos dejás la plata allí te da un interés, que es un inferior al que te da un plazo fijo en un banco y que no tiene la seguridad que te da el banco porque las fintech no tienen garantía —detalla Fernández Pastor—. Si uno sufre algún tipo de estafa cobrando sus haberes por ahí, no hay quién responda por eso. Si vos abrís una cuenta en Mercado Pago, en los ‘Términos y condiciones’ te dicen que no se hacen cargo de la plata si la perdés”.
A juzgar por la cantidad actual de beneficiarios, el volumen del negocio que se abre para Mercado Pago ronda los 190 mil millones de pesos mensuales, disponibles durante una quincena para inversiones y préstamos que los mismos usuarios pueden solicitar apretando un botón. Eso sí: deberán pagar por él un interés mucho más alto que el cobran por dejar sus haberes en la billetera.
Oscuridad
Más allá de la falta de seguridad sobre los depósitos que ofrecen las fintech, Fernández Pastor pone el eje en otro lugar, más sensible al conjunto del sistema. “Que el Estado le transfiera recursos de la Seguridad Social a alguien que no aporta a la Seguridad Social, que no paga cargas sociales porque las triangula por IVA, y que va a utilizar esos recursos para ganar plata es por lo menos oscuro. Eso debe ser investigado por la Unidad Fiscal Investigadora de los Delitos relativos a la Seguridad Social (UFISES)”, asegura.
El especialista se refiere a las exenciones en el pago del Impuesto a las Ganancias y contribuciones patronales de la que goza la empresa de Galperín por su participación en el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento, y a su normativa predecesora, la Ley de Software. Gracias a estas exenciones, sólo en 18 meses de 2022 y 2023 el Estado le otorgó a la firma de Galperín 142 millones de dólares en rebajas impositivas, según datos oficiales disponibles, un 12% del total de las utilidades de su empresa declaradas durante ese mismo período ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC). Desde 2020, lleva ahorrados 273 millones de dólares en impuestos.
Galperín, por otro lado, es un asiduo crítico del sistema tributario argentino, generalmente desde su cuenta de X (ex Twitter) y sus oficinas del vecino Uruguay, un paraíso fiscal. Su empresa Mercado Libre está radicada en Delaware, Estados Unidos, otro lugar libre de gravámenes.
El negocio es el mismo que tienen los bancos: que los beneficios se liquidan entre el 16 y el 20 y se transfieren a los bancos y ahora a las fintech. Los primeros beneficios se pagan el primer día hábil del mes siguiente, entonces tenés 15 días de plata a la vista. Con eso, hace negocios”
Facundo Fernández Pastor, abogado especialista en Seguridad Social.
En este caso, incluso, salió a responder a una usuaria que denunciaba el negocio en ciernes para Mercado Pago con el siguiente tuit: “Es tal el placer de cortarle el curro a todos los gerentes cooperativistas de la pobreza y los piquetes que lo hacemos gratis”.
En la misma línea se pronunció el presidente de la Cámara baja y diputado de La Libertad Avanza, Martín Menem, sobre la nueva disposición: “Sin intermediarios, sin partidos políticos y de manera transparente”.
“Esto es una mentira porque primero estigmatiza la asignación universal como si fuese un plan y no es un plan, es un derecho de la seguridad social de los niños, niñas y adolescentes. Y segundo, no hay intermediarios: el intermediario es la fintech”, apunta Fernández Pastor.