Hoy se conoció una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que rechazó por unanimidad dos planteos de inconstitucionalidad del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, de desregulación de la economía. Uno había sido presentado por el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, y el otro del abogado Jorge Rizzo de la Asociación Civil Gente de Derecho.
Al fundamental el rechazo, los supremos no se pronunciaron sobre la cuestión de fondo, sino que se centraron en argumentos de carácter técnico. En líneas generales, se declararon incompetentes al alegar que en ninguna de las presentaciones había un “caso concreto”, “causa” o “controversia”, sino una objeción general y abstracta a la norma.
De este modo, volvieron a dejar en manos de la Cámara de Diputados la decisión sobre la inconstitucionalidad del DNU que, en total, derogó más de 300 normas y despertó el rechazo de amplios sectores sociales y políticos.
¿Cómo afectó el DNU la vida doméstica?
La resistencia al decreto no es ideológica: como muestran los resultados de la última Encuesta Nacional Inquilina correspondiente a marzo de 2024, realizada por Inquilinos Agrupados y Ni Una Menos, la afectación es bien concreta.
Según explicaron las organizaciones, el objetivo del estudio -al que respondieron 4066 inquilinos e inquilinas de todo el país- es conocer en qué situación económica y de vivienda se encuentran los inquilinos y las inquilinas a partir del Decreto 70/2023 que eliminó todo marco regulatorio para alquilar vivienda en la Argentina.
“Al igual que en el informe de enero, los resultados de la encuesta reflejan fuertes aumentos en el valor del alquiler, con plazos reducidos, con actualizaciones cada vez más frecuentes y mecanismos de ajuste que no contemplan los aumentos de salario y que llevan a que muchos inquilinos se endeuden para poder hacer frente a los gastos básicos vinculados a la vivienda. En especial, los resultados presentados en este informe confirman el empeoramiento de la situación de los y las inquilinas a partir de noviembre de 2023 detectada en el informe anterior”, señalan en las conclusiones.
Principales resultados:
-En marzo de 2024, el 34,6% de los ingresos de los hogares inquilinos encuestados se destina a pagar el alquiler más las expensas, sin considerar impuestos y tarifas de servicios públicos. En el caso de aquellos alquileres que iniciaron después de la entrada en vigencia del DNU 70/2023, la incidencia del gasto de alquiler de la vivienda en el presupuesto del hogar asciende al 42,1%.
– El plazo de 3 años, en los contratos más nuevos, se presenta sólo en el 16% de los casos analizados en el mes de marzo, mientras que en enero eran del 24,8%. Como contrapartida, creció fuertemente la participación de contratos de alquiler cortos, con un período de duración menor a 1 año: estos representan el 33% de los casos. Los contratos entre 1 y 2 años son ahora los más frecuentes, en un 42,2% de los casos.
– El 91,5% de los inquilinos e inquilinas que iniciaron su contrato después del 29 de diciembre de 2023 tendrán actualizaciones en el precio de su alquiler en plazos iguales o menores a 6 meses.
–El 60% de quienes alquilan están endeudados. Esto representa un 7% de aumento respecto a diciembre de 2023, y desde la vigencia del DNU.
-Las tarjetas de créditos siguen siendo la principal forma de endeudamiento (42%). Cabe recordar que sus intereses punitorios están desregulados desde el DNU.
-Los principales destinos de la deuda son pagar saldos atrasados y comprar alimentos. Estas cifras son más elocuentes en hogares monomarentales.
Ilustración: Marcelo Spotti