Redacción Canal Abierto | Mamá Cultiva es la organización que en 2017 impulsó el debate y la aprobación de la ley 27.350 que regula la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis.
Recién unos años más tarde, en 2020, se logró que la norma incorpore el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), un marco legal para quienes ya venían cultivando para sanar, o al menos mejor la calidad de vida de miles de personas.
En pocas palabras, una política pública de avanzada que supo brindarle tranquilidad a pacientes, familiares y científicos que exploran sus numerosísimos usos medicinales. Y a la vez, un paso más en el derribo de los prejuicios históricos sobre la planta.
Hoy el problema es que la motosierra y su impacto sobre los puestos de trabajo en el Estado genera un cuello de botella en la gestión de los trámites. Pero esta no es la única alarma: por estos días corrieron distintas versiones sobre posibles nuevos filtros que restringirían su acceso.
Por lo pronto, el vocero presidencial, Manuel Adorni, ya adelantó que el Gobierno pondrá el foco sobre al menos 90 mil solicitudes aduciendo supuestas faltas de “evidencia científica”.
En diálogo con Canal Abierto, la referenta de Mamá Cultiva, Valeria Salech, se refirió al tema: “Si quieren hacer una auditoría, que la hagan; pero pedimos eficiencia y celeridad para acompañar este proceso que inicio la sociedad y va a continuar con o sin el Estado”.
La fundadora de la ONG incluso fue más allá, destacó el autocultivo “como un gran golpe al narcotráfico” y llamó al Gobierno nacional a “tomar conciencia, porque estamos a tiempo de evitar un papelón al romper una política que es ejemplo en otros países del mundo”.
Consultada sobre un posible avance de los sectores más conservadores y prohibicionistas del Gobierno, no dudó en asegurar que “si eliminaran el Reprocann, ninguna de nosotras dejaría de cultivar, porque no vamos a renunciar a nuestra independencia y soberanía sanitaria”.
En esta entrevista, su historia personal con la planta, los beneficios para pacientes graves y el alivio de dolencias comunes y extendidas en buena parte de la población, el consenso social que hoy incluso alcanza a Mirta Legrand y el debate que viene: ¿está preparada la Argentina para legalizar el consumo recreativo?
Una mamá que cultivó salud
“Mi hijo estuvo muy dopado y sufriendo efectos adversos por los medicamentos que tomó durante ocho años producto de un tipo de epilepsia de muy difícil control, con convulsiones constantes. No era demasiado digna su vida”, narró Salech.
“¿En qué ayudó el cannabis? Me resulta difícil pensar en una sola cosa: con su uso empezó a tener menos convulsiones, a estar más conectado con nosotros, a controlar esfínteres y otros avances que no sólo mejoraron su calidad de vida, sino también la de la familia, su núcleo de cuidadores y vecinos”.
“Eso que me pasó a mi les pasó a miles, y lo veo todo el tiempo en la gente que se acerca a Mamá Cultiva con enfermedades gravísimas o incluso dolores de articulaciones, insomnio o trastornos de ansiedad, por poner sólo algunos ejemplos; por esto, lo digo siempre, me voy a morir con una planta abajo del brazo”.
Entrevistador: Diego Leonoff (@leonoffdiego)