Redacción Canal Abierto | La profundización de la recesión económica y el aumento del desempleo son componentes centrales de la estrategia económica del gobierno de Javier Milei. Así lo explicitó un extenso estudio elaborado por analistas del Instituto de Estudios y Formación (IEF), que depende de la CTA Autónoma e integra CLACSO, donde se afirma que “la caída de la actividad y la pérdida de puestos de trabajo son consecuencias deseadas de la política oficial”.
“Desde su perspectiva, estas medidas son necesarias para contener la inflación y para debilitar la capacidad de acción colectiva de los trabajadores y las organizaciones sindicales —señala el informe—. El contenido de las políticas implementadas a partir del 10 de diciembre debe ser leído a partir de este doble objetivo: reducir rápidamente la indexación de los precios en la economía local y debilitar la reacción de los sectores populares”.
Actividad y empleo
El rango de éxito de estas políticas aún está por verse. Y es que, pese a la recesión inducida — en los primeros tres meses de gobierno de Javier Milei, la actividad cayó un 3,2%—, la inflación sigue en niveles extremadamente altos, con un 90% acumulado en tan solo cuatro meses. La reacción popular, en tanto, ha dado muestras de vitalidad, con dos paros generales (24 de enero y 9 de mayo), grandes movilizaciones y reclamos sectoriales.
Según explica el IEF, la evolución del empleo es todavía difícil de cuantificar ya que la última información oficial disponible data del cuarto trimestre de 2023. Sin embargo, la caída de la construcción y la industria manufacturera (que en marzo tuvieron retrocesos mensuales del 14,2% y 6,3%, respectivamente) indican que el empleo, que ya muestra un deterioro creciente desde agosto de 2023, no tiene vías de mejorar en lo que resta del año.
En menor medida, otros sectores como el comercio, la hotelería y gastronomía, el transporte, el almacenamiento y las comunicaciones también han comenzado a presentar retrocesos en el empleo.
“A nivel territorial, el retroceso del empleo registrado entre agosto y febrero se verificó en 21 provincias”, detallan desde el IEF-CTA. Y aclaran que la retracción del empleo registrado en el sector privado se dio a la par de una fuerte reducción de la cantidad de trabajadores en el sector público: “Durante los primeros tres meses de gestión del nuevo gobierno el empleo público cayó un 0,6% (21.393 trabajadores). De este total, aproximadamente la mitad correspondería a despidos en la Administración Pública Nacional”.
La situación más crítica, sin embargo, es la de las trabajadoras de casas particulares. “Se trata del único grupo que no recuperó ningún puesto de trabajo luego de la salida de la pandemia, y mes a mes sigue perforando los mínimos de los últimos años”, afirman. En la actualidad se encuentra en niveles similares a los de fines de 2016, con un retroceso del 8,4% en comparación con febrero de 2020 y del 1,3% contra noviembre de 2023 (5.903 trabajadoras menos).
La peor caída del empleo desde 2012
“Considerando el agregado de los tres grandes grupos de asalariados registrados (sector priva-do, público y casas particulares), es posible afirmar que en tan solo tres meses (diciembre a febrero) perdieron su puesto 90.216 trabajadores, la peor variación trimestral desde que el Ministerio de Trabajo comenzó a publicar los datos completos del SIPA en 2012, a excepción de los primeros meses de la pandemia”, aseguran desde el IEF-CTA.
El impacto de este proceso en el agregado de la ocupación registrada todavía es incierto. “En algunas actividades, los representantes sindicales e incluso algunas cámaras patronales han denunciado que hay decenas de miles de puestos de trabajo en riesgo”, advierte el estudio.
Asimismo, concluyen que este retroceso en el empleo “será uno de los ejes de los debates públicos y de la conflictividad social en los próximos meses”.
Ilustración: Marcelo Spotti