Redacción Canal Abierto | Desde que asumió el gobierno de La Libertad Avanza se interrumpió la entrega de mercaderías y alimentos a los comedores comunitarios de todo el país. A pesar de las demandas de los movimientos sociales, los primeros en salir a la calle y quienes se han movilizado en sucesivas ocasiones durante todos estos meses, desafiando el protocolo antipiquete de la ministra Bullrich, las respuestas de Capital Humano han sido nulas. A los gases y palos ahora se sumó un ataque judicial: el pasado lunes 13 de mayo, un juzgado federal dispuso 27 allanamientos a casas de dirigentes y dirigentas de movimientos sociales y a locales del Polo Obrero, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y Somos Barrios de Pie.
“El lunes a la madrugada, a eso de las 5:30 de la mañana, entraron a mi casa a buscar y secuestrar dispositivos electrónicos y si teníamos otro tipo de cosas de valor. De una manera muy violenta, muy agresiva, metiéndose en la noche más de 10 policías, pateándonos la puerta y haciendo demostración de armas de fuego. Lo mismo sucedió con un montón de compañeros y compañeras que fueron sometidos al mismo tratamiento. A compañeras de la villa 21-24 les planteaban incluso que estaban buscando sustancias ilícitas, de una manera muy agresiva, utilizando palabras discriminadoras y xenófobas”, cuenta Charly Fernández, referente del FOL en la Coordinadora por el Cambio Social.
Los allanamientos, solicitados por el fiscal Gerardo Pollicita y ordenados por el Juez Sebastián Casanello, se produjeron por una causa armada a partir de las denuncias a la línea 134 que instaló el gobierno con una fuerte campaña de promoción, sobre todo mediática, para que beneficiarios de programas sociales denunciaran a sus organizaciones. Los agentes de la Policía Federal buscaban pruebas para demostrar algunos de los delitos con que están imputando y persiguiendo a los dirigentes sociales: supuesta malversación de fondos y extorsión a los beneficiarios de programas sociales organizados. “En nuestra casa no había ni un peso”, sostiene el dirigente social en diálogo con Canal Abierto.
En esta entrevista nos cuenta lo sucedido a término personal y a otras compañeras y compañeros de su organización y de otros movimientos. En la charla desestima las denuncias y destaca que se trata de un claro amedrentamiento hacia los sectores combativos. La solidaridad y la certeza de seguir el camino de organización y emancipación popular.
“Yo le decía a un compañero en la villa 20: esto es como un bravucón, un matón, que te trata de asustar, que trata de meterte miedo, que trata de convencerte de que todo lo que hiciste está mal y que en todo lo que confiaste y depositaste tanto esfuerzo estuvo mal. Nosotros tenemos que salir para adelante, tenemos que tener confianza en nuestra construcción, en nuestro pueblo, en nuestros compañeros. A estos gobiernos injustos, a la larga o a la corta, nuestro pueblo se da cuenta de que están trabajando en contra de ellos y que afectan sus intereses. Nosotros estamos muy orgullosos de lo que hicimos, muy contentos de lo que hicimos con poquitos pesos; con organización comunitaria hemos levantado organizaciones nacionales, hemos construido territorio, hemos construido y ayudado a muchísimos emprendimientos. Muchísimos lugares donde hoy nuestros compañeros viven mejor a partir de la organización comunitaria. Nuestros compañeros hoy viven mejor que si no existiera una organización popular y comunitaria como la que existe”.
“Nosotros vamos a ir a la ofensiva, a presentarnos a la justicia, a que demuestren lo que están planteando, no tenemos nada que esconder”.