Redacción Canal Abierto | Desde que asumió el nuevo Gobierno, 1300 trabajadores de Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) fueron despedidos, y al menos 67 oficinas de atención al público debieron cerrar por la falta de personal y de insumos. Para ATE, el sindicato con representación en el sector, la mayor preocupación es que con el vaciamiento la actual gestión quiera justificar el regreso al sistema de capitalización privado.
“Nosotros defendemos el sistema público, solidario y de reparto, en el que la cuestión de las moratorias previsionales es clave. Es decir, un modelo en el que el Estado va a buscar a aquellas personas que por distintos motivos, y por los vaivenes que tiene la economía de nuestro país, no pudieron cumplir con los 30 años de aportes”, sostiene Eduardo Pringles, delegado general de ATE ANSES en Lanús.
En diálogo con Canal Abierto, el dirigente sindical advirtió que ese modelo, para el cual la proximidad y la atención cara a cara es fundamental, está siendo atacado por el actual Gobierno. “Nos preocupa que con los despidos y al no funcionar el organismos correctamente por la falta de personal y de insumos lo que se busque es justificar el paso a un sistema previsional privado, que ya fracasó en Argentina”, señaló.
“No es cierto que haya personas que se jubilen sin aportes”
En ese sentido, se refirió al sistema de AFJP implementado por Carlos Menem desde 1993, en el que las jubilaciones eran gestionadas por empresas de capitales privados, generalmente vinculadas a los bancos. “Las personas aportaron y después no recibieron lo que correspondía, y si no aparecía de nuevo el Estado a través de un sistema previsional público, todas esas personas se hubiesen quedado sin jubilación”, recordó.
“Son dos modelos de Estado distinto. El que nosotros defendemos es uno que llega a cada lugar recóndito de la Argentina para atender las necesidades de las personas que viven ahí”. Así, porque ANSES “no es solamente un organismos previsional que da jubilaciones y pensiones sino que aborda un amplio abanico de cuestiones, como la AUH”, indicó Pringles. En ese sentido, destacó: “Por el ANSES pasamos las personas desde que nacemos hasta que nos morimos”.
Como contracara, una oficina que cierra implica un “Estado que se retira de esos lugares y deja a todas esas personas sin las prestaciones”.
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Para graficarlo, Pringles pone como ejemplo el cierre de la UDAI de Fiorito, ubicada cerca del Puente La Noria, que además atiende a una franja de población en situación de mucha vulnerabilidad. Ahora, la oficina de ANSES más cercana es la de Banfield centro pero, aclara, “hay gente que no tiene plata para tomarse ni un colectivo”. “Obviamente son personas que pierden la asistencia del Estado”, denunció.
Desde ATE, además de seguir reclamando por la reincorporación de los despedidos, alertan que el ataque al sistema público se va profundizar si prospera el Pacto de Mayo, que en su punto 8 prevé una reforma del sistema previsional. Y también, si se aprueba la Ley Bases, que directamente dispone la eliminación de las moratorias previsionales gracias a las cuales, por ejemplo, se jubilaron 9 de cada 10 mujeres en nuestro país.