Redacción Canal Abierto | En su combate a la inflación como principal cruzada, el gobierno de Javier Milei puso en práctica un brutal ajuste y distintas medidas antipopulares que le permitieron esgrimir una desaceleración de los aumentos y un superávit que muchos señalan como ficticio e insostenible.
Para el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), fundado por el economista y ex director del Banco Nación Claudio Lozano, se trata, en realidad de “una brutal transferencia de ingresos desde los segmentos medios y bajos a las grandes empresas”.
Los ganadores
En un informe que acaba de publicar, el Instituto se pregunta qué sectores perdieron y quiénes ganaron en estos primeros seis meses de gobierno libertario.
En la primera parte del relevamiento (la de los “ganadores” del modelo), se tomó en cuenta a las empresas que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires y operan en sectores y ramas beneficiados por la política económica de los primeros seis meses de Milei. Y, para cada una de las 15 empresas de la muestra, se estudió la evolución interanual al primer trimestre 2024 de los resultados operativos y financieros, los propietarios de las firmas, las condiciones económicas que permitieron las mayores ganancias y la identificación de otras empresas que conforman el oligopolio, pero no cotizan en la bolsa local.
Más información: El boletín económico de los primeros seis meses de Milei
Según el relevamiento, el promedio de empresas expandió su resultado operativo –que podría definirse como el resultado de restar los egresos de los ingresos, sin IVA– en 687,5%. En tanto que el resultado neto –que incorpora ganancia financiera, participación en sociedades y el pago del Impuesto a las Ganancias, entre otros conceptos– aumentó en 831,1%.
“Esta multiplicación de los beneficios contables finales fue especialmente importante para sectores como el de los laboratorios (+9.851%) el de la energía mayorista (+5.203%), el complejo exportador de granos (+4.921%), las empresas alimenticias (+1.331%), el sector bancario (+945%) y el hidrocarburífero (+790,%)”, detalla el estudio.
¿Cuáles son esas empresas? En el sector alimenticio se consideraron Arcor, Mastellone y Molinos Río de la Plata, que obtuvieron como resultado neto durante el primer trimestre de este año, en relación al anterior, un 941%, 9.997% y 1.119%, respectivamente.
En el hidrocarburífero se tomaron YPF (resultado neto 829%), Pan American Energy (375%) y Tecpetrol, del Grupo Techint (2.731%).
En el bancario, otro de los sectores más beneficiados, se tomaron los resultados del Banco Santander (752%), Banco Macro (2.715%) y el Banco BBVA (127%).
En el metalmecánico, se relevaron los resultados de Ternium, también de Techint (330%) y Aluar Aluminio (2.935%).
En el sector energético se tomaron los de Central Puerto (21.217%) y CT Ensenada Barragán (3.220%).
En tanto, en el sector oleaginoso se consideró solamente a la empresa insignia: Molinos Agro (4.921%).
Por último, en el sector farmacéutico se tomó en cuenta el resultado neto del Laboratorio Richmond: 9.851%.
Los perdedores
En una segunda parte, el informe detalla la situación de los “perdedores” de la política de Milei, que se configura como “la gran mayoría de la población”.
“Los principales conceptos de ingresos de los sectores populares y del trabajo vienen soportando importantes recortes en el mismo período que oscilan el 20%, superando pérdidas mayores al 40% en el caso del haber mínimo y planes sociales de empleo como el Potenciar Trabajo en el marco de un exponencial aumento de la pobreza y la indigencia”, exponen.
A modo de resumen, Lozano, actual presidente de Unidad Popular, sostiene: “La mega devaluación, la desregulación de precios y de los mecanismos regulatorios contenido en el DNU 70/2023 permitieron que las empresas más importantes que operan en mercados oligopólicos pudieran apropiarse de los ingresos recortados a la población”.
Más información: La estrategia de Milei: recesión y desempleo para frenar la inflación
El salto inflacionario provocado por las primeras medidas de Milei y Luis Caputo “generó un shock regresivo a raíz de una importante transferencia de ingresos desde los sectores populares hacia el capital concentrado”. En conjunto, el ajuste impactó en el bolsillo de trabajadores y jubilados, e “indujo un freno en la actividad económica por el derrumbe del consumo, con el consecuente impacto en el empleo”, agrega.
En el informe, se detalla que los salarios registrados del sector privado perdieron un 12% desde noviembre 2023 hasta marzo 2024 y un 14,5% interanual. Los salarios registrados del sector público cayeron aún más: un 20,6% en el mismo período, y un 26,9% interanual.
En el segmento informal, si bien no hay información fidedigna, se especula con que sus ingresos han caído todavía más. Se trata del 36% de la población asalariada.
Los jubilados, por su parte, sufrieron un recorte abrupto. El informe detalla que quienes cobran la mínima, en junio tendrán un ingreso de bolsillo (incluyendo el bono) que está 3,2% por debajo de noviembre 2023. Se trata de casi 2,7 millones de adultos mayores, que acumularon una pérdida en los últimos siete meses que equivale a $182 mil.
Quienes cobran jubilaciones superiores, tendrán en junio un poder adquisitivo que es apenas un 3% superior a noviembre 2023, aunque se ubica un 36% por debajo del valor que tenían en diciembre 2021.
Ilustración: Marcelo Spotti