Redacción Canal Abierto | Tras una serie de declaraciones que ponian a Télam en la mira de la motosierra, Javier Milei anunció su cierre durante su discurso en la Apertura de Sesiones. A pocas horas de aquella amenaza, el 4 de marzo de este año su redacción amaneció vallada, su web inhabilitada y sus trabajadores “dispensados” de cumplir tareas.
Era un golpe certero al corazon de la mayor agencia de noticias de Latinoamérica, pero también al derechoa a la información de millones de argentinos y argentinas. Luego le siguieron los clásicos embates en redes sociales y a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, los cierres de sus sucursales en las provincias y las ofertas de retiros voluntarios (en muchos casos, bajo amenaza de perder una trayectoria de vida dentro del medio).
Pese a todos estos ataques y adversidades, sus trabajadores mantuvieron un acampe frente a su sede principal, en el centro porteño, y continuaron informado a través de www.somostelam.com.ar.
Hoy la estrategia de desguace tuvo un nuevo capítulo con el Decreto 548/2024, que pone fin a la Agencia de Noticias Télam y la transforma en la Agencia de Publicidad del Estado (APE) bajo la forma jurídica de Sociedad Anónima Unipersonal.
A tal efecto, lo publicado en el Boletín Oficial instruye al interventor Diego Chaher para que “adopte los recaudos necesarios” para transferir “a medios públicos y/o a terceros, dentro de la órbita que se determine, los servicios periodísticos y de Agencia de Noticias, el personal, los bienes muebles e inmuebles, marcas, registros, patentes y demás bienes inmateriales y todos aquellos bienes que a la fecha de dictado del presente se encontraren afectados al uso de los servicios periodísticos y de Agencia de Noticias, cuya titularidad detentara la referida Telam Sociedad del Estado”.
En una extensa nota publicada en el portal Lado B, la periodista Irina Sternik explica con lujo de detalles la importancia de Télam para el sistema de medios públicos y privados de la Argentina y el exterior, su función social, su rol federal, su historia y sustentabilidad presupuestaria, entre otras características que evidencian la injustificada y arbitraria decisión gubernamental.