Redacción Canal Abierto | La investigación del Equipo de Investigación Política (EdIPO) y la Revista Crisis se mete en un opaco universo dominado por tuiteros oficialistas, que operan en patota para atacar usuarios opositores o aliados díscolos.
Pero el acoso digital -que también han sufrido otras personas públicas y periodistas, desde Lali a Victoria Villarruel o María O’Donnell- es solo la punta del iceberg de esta trama.
Como explica el informe que se puede leer, por ahora con suscripción previa en la edición n°63 de Revista Crisis, se trata de grupos que tienen claras terminales en lo más alto del Gobierno de Javier Milei y cuyo accionar, en muchos casos, trascendió lo digital. Hoy ya hay causas judiciales, víctimas con custodia y dueños que tuvieron que cambiarle el nombre a sus negocios para tratar de preservarse.
Así, lo que empieza con comentarios amenazantes, sigue con el doxeo: la exposición en redes de información personal, como teléfonos y direcciones, para provocar un daño en la víctima. Esto, en casos, luego deriva en otros formatos de ataques presenciales, como el “swatting”, importado de Estados Unidos, que consiste, por ejemplo, en la publicación de anuncios falsos en Market Place de Facebook.
La idea es que aluviones de gente se contacten por teléfono o redes, y vayan al domicilio de la víctima a buscar muebles en desuso o la heladera que supuestamente regalaba. Y el objetivo último es que al sentirse defraudadas, las personas se la agarren con el dueño de casa.
Eso le hicieron al informático y especialista en ciberseguridad, Javier Smaldone (@mis2centavos), popular por sus lúcidas intervenciones en Twitter en contra del Gobierno. El ataque terminó impactando en su hija. Hoy, tras la publicación en Crisis, sigue la persecución.
Otro caso que narra el informe, paradigmático por su peso político, es el que tuvo como víctima a @antiponzista. A partir de un Pedido de Información Pública que realizó junto con @criminalmambo, este usuario de X reveló las constantes entradas de un grupo de tuiteros a Casa Rosada, con sus identidades y, sorpresa, sus cargos.
Como agrega la nota de Revista Crisis, se trata de personajes que ya eran reconocidos “por su descarnada agresividad” en las redes.
Entre los asiduos visitantes, figuraban Juan Pablo Carreira (@jdoedoe101101), que en las planillas de ingresos aparecía como director de Comunicación Digital del Gobierno de Milei, un cargo que solo se oficializó cinco meses después. Y también, Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan (@gordodan_).
La publicación también daba cuenta de la “estatización” de otros trolls violentos, como Tomás Jurado (@ElPelucaMilei) y Lucas Luna (@sagazluna), y golpeó de lleno “en la línea de flotación del incipiente armado del todopoderoso asesor presidencial Santiago Caputo”. Quien, cabe agregar, ahora además tendría bajo su control a la nueva vieja SIDE, con jugosos fondos reservados.
Entonces, vino la respuesta.
Antes de que se concreten los ataques, una de las primeras amenazas vino del Gordo Dan. La publicación ilustra nivel de violencia que manejan estos “influencers” amigos del Gobierno: “¿Te dan los huevos para dar la cara o va a haber que doxearte?”, le dijo, entre otras cosas, a @antiponzista.
El informe de EdIPO y Revista Crisis documenta estos y otros ataques, como el que padeció una astróloga feminista y peronista, el dueño de un comercio del conurbano y hasta una diputada bonaerense que supo ser la armadora de La Libertad Avanza en ese territorio y que tras una interna partidaria terminó con su casa dada vuelta por agresores y, finalmente, con custodia personal.
Pero además, rastrea las identidades de los responsables y sus conexiones políticas, e historiza el surgimiento y las etapas del “enjambre ultraderechista”, que tiene a “Los Copitos”, responsables de intentar asesinar a la exvicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y a “Revolución Federal”, como sus antecesores.
¿Qué hacer?
Como señalan al cierre, el objetivo del informe es detallar el modus operandi de estos grupos paraestatales frente a un Poder Judicial que se muestra pasivo, y a la vez, dar cuenta de lo necesario que es que el campo popular afile su capacidad de investigación.
En esa línea, el Equipo de Investigación Política, a través de Ra.Dar (Registro de Ataques de Derechas Argentinas Radicalizadas) puso a disposición un nuevo registro para abordar casos de doxeo.
El doxeo o doxing es una práctica que consiste en exponer/ revelar información identificatoria para luego divulgarla en línea. Este tipo de ataque tiene como finalidad vulnerar la privacidad de la víctima, dejándola a merced de agresiones que traspasen las pantallas.
Si fuiste objeto de un ataque de estas características se reportalo completando el siguiente formulario: https://forms.gle/GHQ8FAskfR1pfyXn8.
Imagen de portada: Tiempo Argentino, con (Daniel Parsini (@GordoDan_), Federico Gorga y Juan Pablo Carreira (@jdoedoe101101).