Redacción Canal Abierto | Aún faltaban horas para el anuncio de los resultados oficiales y la oposición venezolana agitaba, ya no la posibilidad, sino la certeza de un fraude. La denuncia tuvo eco en varios países de la región, sobre todo aquellos gobernadores por expresiones de la derecha o la ultraderecha.
Es el caso de Argentina, cuyo Presidente pasó toda la jornada del domingo tuiteando y retuiteando publicaciones anticipatorias del polémico posicionamiento que adoptaría el Ejecutivo nacional. “Los venezolanos eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro”, vaticinó cerca de la medianoche, cuando aún en Caracas todo era incertidumbre.
“Los datos anuncian una victoria aplastante de la oposición y el mundo aguarda que reconozca la derrota luego de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte”, siguió Javier Milei, quien incluso fue más allá al anunciar que “no va a reconocer otro fraude”.
Como corolario, el mandatario hizo un pedido a las Fuerzas Armadas bolivarianas para que “esta vez defiendan la democracia y la voluntad popular”.
El antidemocrático llamamiento golpista no es otra cosa que la violación de los principios de la ONU de no intervención en asuntos internos y electorales de otro Estado, así como la premisa de no incitación a la violencia en un contexto de por sí tenso.
En la misma línea, Mauricio Macri posteó: “La mayoria de los venezolanos hablaron fuerte y claro: Maduro debe dejar el poder. Ahora las Fuerzas Armadas de Venezuela tienen la oportunidad de ponerse del lado correcto de la historia y garantizar que se respete la voluntad del pueblo”.
La intromisión también se expresó en las calles porteñas, puntualmente frente a la Embajada de Venezuela en Palermo, donde funcionarios argentinos se sumaron a los cientos de venezolanos que se reunieron a la espera de los resultados.
Hasta allí fueron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, y de Defensa, Luis Petri; como así también diputados como Sabrina Ajmechet, Maximiliano Ferraro, Silvana Giudici y Hernán Lombardi, entre otros.
“Hacemos responsable a Milei por la integridad física de nuestro personal diplomático”, advirtieron desde la sede sitiada por militantes antichavistas.
Un fenómeno similar ocurrió con otras figuras internacionales del neofascismo en ascenso, como el líder de VOX, Santiago Abascal: “El régimen corrupto y asesino está en tiempo de descuento”.
En todos los casos, las —hasta ahora— infundadas acusaciones de fraude siempre acompañan ataques contra quien piense distinto. En particular, cualquiera identificado como comunista o socialista, a lo que siempre le sigue “asesino”, “empobrecedor”, “dictador”, etc.
Más comedidos y responsables, Estados Unidos, la Unión Europea, Chile y Colombia pidieron verificar el resultado, lo mismo que Lula de Silva.
Por su parte, la candidata demócrata y hoy vicepresidenate, Kamala Harris, tuvo palabras extremadamente cuidadosas al respecto: “Estados Unidos apoya al pueblo de Venezuela que expresó su voz en las históricas elecciones presidenciales de hoy. Hay que respetar la voluntad del pueblo venezolano”.
Los medios hicieron lo propio en este juego deslegitimación y desgaste del sistema democrático venezolano. Por ejemplo, esta mañana INFOBAE –uno de los principales medios de habla hispana- tenía al menos 10 titulares con la palabra “fraude” en su portada. chil
El mejor ejemplo es la publicación central de la web -“Cuatro puntos claves para entender por qué Maduro cometió el mayor fraude de la historia de América Latina”-, donde el director periodístico de Infobae América Laureano Pérez Izquierdo lejos está de cumplir con la grandilocuente afirmación.
En territorio venezolano, la líder opositora María Corina Machado aseguró a Edmundo González Urrutia como el verdadero presidente electo con el 70% de los votos. La diferencia resulta inverosímil -ni los encuestadores más optimistas proyectaban esa diferencia, para uno ni para otro- dado el nivel de polarización que atraviesa a la sociedad.