Redacción Canal Abierto | El “saneamiento” del Banco Central (BCRA), que en campaña Javier Milei había prometido cerrar, se ha convertido en las últimas semanas más bien en un vaciamiento.
Y es que el BCRA vendió la semana pasada US$ 149 millones. Si se contabiliza el saldo del mes, asusta: en julio, el Banco perdió US$ 2.600 millones de reservas, un 9% del total que terminó el mes en US$ 26.399 millones, el piso más bajo desde febrero.
La venta sin precedentes se debe a los esfuerzos del Gobierno por mantener la inflación en un camino descendente, único “éxito” económico para mostrar hasta el momento.
Pero sin dólares, también comienza a diluirse la promesa de eliminar el cepo cambiario, que al parecer tampoco será. Tanto es así que el martes pasado el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, recibió a representantes de Agentes de Liquidación y Compensación (ALyC), a quienes les reconoció que el cepo será eliminado cuando estén dadas las condiciones, sin aclarar cuándo sería eso. ¿Cuál es el estado de situación y qué esperar en los meses venideros?
Los que la vieron
La situación venía siendo advertida por diferentes economistas desde hace meses. Como señalamos desde Canal Abierto, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) planteaba en mayo que el gobierno libertario tenía un “ancla monetaria-financiera” a partir de la implementación de una tasa de interés que se encuentra sustancialmente por debajo de la inflación y la licuación del stock de pesos de la economía.
Esta ancla implica la necesidad de mantener un flujo de dólares que permita sostener el nivel de divisas del Central lo que presentaría problemas en el corto plazo. “El ancla cambiaria empieza a generar ruido en el mercado y obstaculiza la única canilla genuina por la cual pueden ingresar dólares (el campo); al tiempo que el único motivo por el cual el Banco Central sigue acumulando reservas es la caída de las importaciones provocada por una brutal recesión”, detallaban los economistas.
Y agregaban que en este escenario “la probabilidad de que la acumulación de reservas se detenga y con ella aumente la presión sobre los distintos tipos de cambio crece semana a semana”.
Por otro lado y a comienzos de julio, desde el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) señalaban que si bien la inflación amainó, algo esperable gracias a la recesión, el “éxito” de tenerla controlada era “tan frágil como la situación del sector externo que presiona sobre el dólar”. En otras palabras, la escasez de divisas presionaba sobre el tipo de cambio y, de perpetuarse el aumento del dólar, se trasladaría a precios tarde o temprano. La forma de impedirlo era mantener el tipo de cambio, a fuerza de intervenir en el mercado cambiario quemando dólares del Central.
Además, advertían que la acumulación de reservas se debía al no pago de las importaciones. En detalle, las reservas del Banco Central habían crecido desde que asumió Milei y hasta junio más de US$ 7 mil millones, pero “si no se hubiera postergado el pago de las importaciones realizadas en el período, el resultado habría sido parecido pero de signo opuesto”.
Las consecuencias
La necesidad imperiosa de dólares para sostener el tipo de cambio ha significado en las últimas semanas medidas desesperadas.
Días atrás, y gracias a la denuncia del sindicato La Bancaria, se supo que el BCRA estaba enviando reservas en oro al exterior. Caputo tuvo que reconocer que esto estaba ocurriendo, y planteó en declaraciones al canal LN+ que se trataba de “una movida muy positiva, porque hoy tenés oro en el BCRA que es como si tuvieras un inmueble adentro que no se puede usar para nada. Si lo tenés afuera podés obtener retornos”. Sin embargo, evitó dar precisiones sobre los montos o el destino de los lingotes.
Este lunes, el diputado nacional y titular de La Bancaria, Sergio Palazzo volvió a hacer un pedido de acceso a la información pública al presidente del Banco Central, Santiago Bausili, para que explique “si están enviando más reservas de oro al exterior” ante lo que sería un tercer envío del metal precioso. El legislador denunció que los tres envíos podrían estar superando los US$ 1.000 millones en reservas.
Por si esto fuera poco, el 18 de julio, mediante su cuenta de en X (ex Twitter), Caputo lanzó otra polémica declaración sobre el rumbo económico: “En breve la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos”. De esta manera, admitió públicamente que otro de los lugares desde donde el Gobierno piensa extraer los dólares que necesita es de los ahorros de la clase media argentina.
El plan, al parecer, está saliendo. Una reciente encuesta del Observatorio de Expectativas del Consumidor elaborada por la consultora Trendsity, asegura que hay un menor consumo y que “el 57% (de los encuestados) usa sus ahorros para afrontar gastos mensuales”.
Finalmente, quedan las joyas de la abuela. De la mano de Nicolás Pakgojz, ex funcionario porteño vinculado a Eduardo Elsztain, el principal desarrollador del país, y actual titular de Agencia de Bienes del Estado (AABE), el Gobierno analiza rematar importantes propiedades del Estado para hacerse de los dólares que pierden las reservas. De acuerdo a una nota de La Política Online, se trataría del remate de terrenos entre las que están una parte del Regimiento de Patricios de Palermo; 10.000 hectáreas en Campo de los Andes, Mendoza; 900 hectáreas en Embalse, Córdoba, y tierras en Puerto Madero.