Redacción Canal Abierto | Este 7 de agosto, día de San Cayetano, patrono del trabajo, las organizaciones sociales y las tres centrales sindicales se manifestarán en rechazo a la política económica y social de Javier Milei. Desde las 8, se reúnen en la Basílica de Liniers para luego realizar una procesión que culminará con un acto en Plaza de Mayo, previsto para las 14 horas.
En una conferencia de prensa conjunta realizada el lunes, los máximos dirigentes pusieron el acento en los que consideran los efectos más severos de las medidas de Gobierno: el acelerado aumento de la pobreza y el hambre, y la destrucción del empleo. También apuntaron al recrudecimiento en materia represiva.
Los otros grandes protagonistas de la jornada son los representantes de la Iglesia, quienes también sentaron posición sobre la situación del país en un comunicado en el que dejaron en claro que su mayor preocupación era el desempleo.
En un documento titulado “San Cayetano, amigo del pueblo, danos un corazón solidario”, desde el Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares señalaron que luego de cinco años, debían reafirmar lo expresado en un comunicado del 1° de mayo de 2019: “Es urgente combatir el desempleo”.
“Entonces –afirmaron los referentes católicos- hablábamos de pobreza estructural y desánimo social. También decíamos que la crisis social y la precarización laboral se traducen en problemas comunitarios de toda índole y que un camino ineludible es la generación de empleo. Cinco años después vemos que no se mejoró”.
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En una entrevista televisiva, al ser consultado por el indicador que más le preocupaba de este momento, el tradicional economista del diario Clarín, Ismael Bermúdez, coincidió con los curas. Al respecto, consignó un dato que ilustra con claridad el panorama: en los primeros seis meses de Milei, el número de trabajadores que aportan a la Seguridad Social se redujo en más de 600.000, lo que refleja los despidos tanto en el sector público como el privado.
Un número similar arrojó el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) en su última medición, cuando dio a conocer que la tasa de desempleo había aumentado al 7,7% en el primer trimestre de 2024, cuando en 2023 había cerrado en 5,7%, y en 6,9% en el primer trimestre del mismo año.
En número brutos, la cifra significa que se destruyeron 612.500 empleos: 81.600 registrados y 530.900 del mercado informal, a lo que se suman las personas que dejaron de buscar empleo ante la falta de expectativas.
Como indicaban los curas, la gravedad de esta tendencia radica en que el trabajo es el “ordenador de la vida y de la familia”. Sin embargo, “hoy vemos que el trabajo cae como un dominó”, lamentaron.
La pobreza estructural
Esta semana también se conocieron los indicadores de pobreza e indigencia del el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina), elaborados en base a datos del INDEC. De acuerdo al informe, la pobreza trepó al 54,9% y afecta a seis millones de personas más que ocho meses atrás. En tanto que la indigencia, que mide la cantidad de población que no cubre las necesidad alimentarias mínimas, se duplicó.
Traducido: en los pocos meses que lleva de Gobierno, Milei aumentó 10 puntos la pobreza. Si se lo compara con Gobiernos anteriores, la aceleración del declive se aprecia con mayor nitidez. Así, Mauricio Macri llevó la pobreza del 30 al 40%, también 10 puntos, pero en cuatro años, y Alberto Fernández, pandemia y sequía mediante, la dejó arriba del 45%.
Además, esto se da en el marco de un corte total en las ayudas a los comedores que día a día alimentan a cientos de miles de familias.
Detrás de los números
En otro de los párrafos del documento, los curas villeros describen cómo se vive la crisis en los barrios: “Trabajadores formales del Estado fueron despedidos y no encuentran empleo. Muchas personas de nuestros barrios populares vivían de obras de la construcción o de changas que ya no existen. Muchos trabajadores de cooperativas dadas de baja han caído en la indigencia. Grandes empresas dejan trabajadores afuera o frenan por la recesión, o bien eligen irse del país”.
“A los vecinos y las familias de nuestros barrios los invade la angustia por el poco alentador panorama para conseguir trabajo”, afirmaban.
Además, advierten sobre “la declinación de la industria argentina, de los mercados locales y de la economía popular dejó un tendal de personas al costado del camino”. Y en claro desacuerdo con la posición del Gobierno, agregan: “La economía no se pone nuevamente en marcha sólo por acomodar los grandes números de la macroeconomía”.
Algunas de las problemáticas que mencionan los curas en el texto también están medidas por distintos institutos especializadas. Así, días atrás el Observatorio de la UCA difundió otro informe, esta vez, sobre las condiciones psicosociales de los principales responsables económicos del hogar, en el que muestra con claridad el sesgo de clase de ese flagelo:
En relación al trabajo, de acuerdo al Instituto de Estudios y Formación (IEF-CTA), la caída del empleo registrado en el sector privado se explica fundamentalmente por el comportamiento de la construcción y la industria, los dos sectores más dinámicos en términos generación de empleo.
Según el estimador mensual de actividad económica del INDEC, publicado en julio de 2024, se trata de los más afectados por la recesión. A nivel interanual, la Construcción cayó un -22,1% y la Industria Manufacturera, un -14,2%. El Comercio mayorista, minorista y reparaciones también se retrajo un -11,4%.
El Centro de Estudios de Economía Política (CEPA), dio a conocer otro indicador que da un termómetro de la actividad económica: entre noviembre y abril –señalaron- desaparecieron casi 8.000 Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), lo que equivale a 50 por día.
Qué San Cayetano nos ayude
Ante este panorama devastador, los curas de villas y barrios populares llaman al Gobierno y a toda la sociedad a generar “consensos”. “Sabiendo que venimos arrastrando este problema desde hace tiempo y viendo que no se mejora, alentamos a los que gobiernan en las distintas jurisdicciones, a los empresarios y a los diferentes actores sociales a que, unidos, busquemos consensos para dar pasos positivos en favor de nuestros hermanos desempleados”.
“Que San Cayetano reciba el agradecimiento de los que tienen trabajo digno e interceda por los que no lo tienen”, cierra el documento publicado en el marco del 7 de agosto.