Redacción Canal Abierto | A fines de julio, el grupo de los veinte países con las mayores economías del mundo, el G20, consensuó una declaración en la que se fijó como prioridad la puesta en marcha de un patrón internacional de tributación progresiva. En criollo, que los superricos del mundo paguen impuestos anuales por al menos el 2% de su riqueza.
La propuesta elaborada por el economista francés, Gabriel Zucman, e impulsada por Brasil, país que este año ocupa la presidencia del bloque, prevé que solo con ese impuesto se podrían recaudar entre USD 200 mil y 250 mil millones anuales. De esta manera, para movilizar fondos para hacerle frente al hambre y la desigualdad en el mundo.
“Tenemos un problema con nuestros sistemas fiscales en todo el mundo: los superricos pagan muchos menos impuestos que el resto de nosotros. La propuesta es crear una nueva norma internacional para poner fin a esta situación”, explicó al respecto Zucman, en una entrevista publicada en la web del G20.
El economista, discípulo de Thomas Piketty, añadió que “algunos multimillonarios ya pagan más que eso, pero en la mayor parte del planeta pagan mucho menos que eso, a veces absolutamente nada”. Por eso, “lo que implicaría esta nueva norma es que tendrían que pagar un impuesto extra para cumplir el principio básico de la imparcialidad, de la justicia, que dice que: vale, si te haces muy rico, pero no puedes seguir pagando solo cero”.
Según sus cálculos, la medida alcanzaría inicialmente a una tres mil personas, que son aquellos individuos con patrimonios de más de U$D 1 mil millones, distribuidos en activos, inmuebles, acciones, participación en la propiedad de empresas, entre otros.
El acuerdo fue firmado el 26 de julio pasado en Río de Janeiro por los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales del grupo. Fernando Hadad, ministro de Hacienda de Brasil, fue el encargado de dar a conocer el acuerdo y explicó su relevancia.
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“Consideramos que es un triunfo para Brasil y para la comunidad internacional después de algunos años sin lograr un solo documento completo, sus 35 párrafos adoptados de forma consensuada, incorporan los entendimientos en las áreas más importantes de la economía mundial. Trabajar para lograr sistemas tributarios más transparentes, justos y equitativos, incluso con respecto a los ultrarricos, que deben contribuir a sociedades más igualitarias y sostenibles en la medida de su potencial de contribución”, afirmó.
Naciones Unidas discute una convención tributaria
“Mientras a nivel mundial se propone desincentivar que los países compitan bajando los impuestos para atraer inversiones, Argentina marcha a contramano con pésimas ideas como el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), una maquinaria para legalizar privilegios”, tuiteó Francisco Cantamutto, investigador del CONICET e integrante del Espacio de Trabajo Fiscal para la Equidad (ETFE).
Se refería puntualmente a otra iniciativa que en estos días se debate en la sede de Nueva York de la ONU: la creación de una Convención Marco sobre Cooperación Fiscal Internacional (UNTC).
Organizaciones de derechos humanos y expertas en la temática celebraron los avances en un documento conjunto en el que afirmaron que “en un contexto de crisis interseccionales y de crecientes desigualdades, es urgente reformar la actual arquitectura tributaria internacional para alinearla, de una vez, con las obligaciones de los Estados de garantizar los derechos humanos para todas las personas en condiciones de igualdad”.
Entre los firmantes figuran el Comité de Expertos y Expertas de la Iniciativa por los Principios de Derechos Humanos en la Política Fiscal, Fundar, el Centro de Estudios en Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia), la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
En un hilo de twitter, el Equipo de Trabajo Fiscal para la Equidad, explicó por qué son necesarias este tipo de medidas: “El sistema tributario internacional actual permite que las élites y multinacionales incurran en maniobras abusivas a través de guaridas fiscales para evitar pagar impuestos en los países donde generan las ganancias”.
“El abuso fiscal hace que los países de todo el mundo incurran en enormes pérdidas de recursos con un impacto notablemente más nocivo en los países del Sur Global y sus pueblos. Mientras existan jurisdicciones que funcionen como guaridas fiscales, esto seguirá ocurriendo”, precisaron.
Ante esto, “la cooperación internacional es fundamental para recuperar y robustecer la capacidad recaudatoria de los Estados y así poder cumplir con las obligaciones en materia de Derechos Humanos”.
A su vez, contaron que al igual que lo que ocurre en el ámbito del G20, en la ONU los países del Sur Global, con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, también trabajan para que se ponga en agenda la implementación de un gravamen a los superricos.
La guerra de los impuestos
Para seguir empujando el debate, esta semana en Ciudad de Buenos Aires se estrena el documental Tax Wars, que muestra el detrás de escena de la lucha global contra la evasión fiscal de las multinacionales.
“Encabezando esta lucha hay un puñado de expertos, “caballeros de la justicia fiscal”, incluyendo a Thomas Piketty, Joseph Stiglitz, Gabriel Zucman, Jayati Ghosh, José Antonio Ocampo y Eva Joly, quienes se han unido para formar la Comisión Independiente para la Reforma de la Tributación Corporativa Internacional (ICRICT)”, reza la sinopsis..
Y detalla que “combinando filmaciones en cuatro continentes y animaciones futuristas inspiradas en el universo de Star Wars, TAX WARS cuenta la historia de cómo lograron imponer sus ideas sobre los actores más poderosos de la economía global, con la adopción en 2021 de un acuerdo firmado por 136 países sobre un impuesto mínimo sobre los beneficios de las multinacionales”.
El film dirigido por Hege Dehli podrá verse el miércoles 14 a las 18.30 en el Cine Arte Cacodelphia (Avenida Presidente Roque Sáenz Peña 1150).