Redacción Canal Abierto | En línea con la caída de la actividad en las áreas más productivas, el empleo registrado sigue en picada y todavía no encuentra piso.
En mayo, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), se perdieron en comparación con noviembre “175.746 asalariados formales”.
El número surge de un análisis realizado por Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA Autónoma, organismo que ya venía advirtiendo sobre la caída de la ocupación registrada durante los primeros meses del año.
“El retroceso del empleo en estos seis meses se explica por una caída del 1,9% en los asalariados del sector privado (123.123 trabajadores), del 1,1% en el sector público (36.940 trabajadores) y del 3,4% en casas particulares (15.683 trabajadoras)”, detalla Campos.
Los detalles
El sector privado, primer generador de empleo registrado, ya lleva nueve meses de caída ininterrumpida. “Contra agosto de 2023 ya perdieron su puesto 156.224 trabajadores”, advierte el investigador.
También aclara que la única noticia “no tan mala” es una suerte de amesetamiento en el ritmo de destrucción del empleo registrado, que fue el menor de los últimos seis meses. “En gran medida ello se debe a que dejó de desplomarse la ocupación en la construcción –señala Campos–. El cambio en la dinámica del empleo formal en la construcción fue clave en mayo. Cayó ‘apenas’ un 0,3%, un ritmo muy inferior al de los meses anteriores”.
Esta desaceleración impactó en el índice porque la caída del empleo registrado en el sector privado se explicó hasta aquí, fundamentalmente, por el comportamiento de la construcción y la industria manufacturera, área esta última que sigue siendo el foco de la preocupación.
Según sostiene el técnico del IEF, la industria presentó en mayo el tercer mes consecutivo con caídas en torno al 0,4%. “Contra noviembre de 2023, ya se perdieron 22.750 puestos de trabajo”, sostiene.
Sin embargo, en estos seis meses también hubo ganadores. “El empleo registrado creció fuerte en pesca (8,8%), agricultura y ganadería (3,2%) y minería (1%)”, cuenta Campos, lo que habla de una primarización del empleo, vinculado a las actividades extractivistas.
Los más afectados
En consonancia con la voluntad del Gobierno de Javier Milei de desguazar el Estado, el empleo público perdió en mayo casi 8.845 puestos de trabajo. Acumulados, según el análisis del IEF, el Estado tiene 36.940 trabajadores menos desde noviembre de 2023. Y “si incluyéramos las modalidades contractuales no asalariadas seguramente la caída sería mayor”, plantea Campos.
Peor que los estatales se encuentran las trabajadoras de casas particulares, quienes siguen siendo las más afectadas por el deterioro del mercado formal de fuerza de trabajo. “Ya no hay piso para el sector. La caída es ininterrumpida desde principios de 2020. Desde entonces se perdieron 52.743 puestos de trabajo (10,5%)”, asegura el investigador.
En lo que respecta al futuro, tampoco es promisorio. Tal como publica Campos en su red social X (ex Twitter), el empleo registrado habría vuelto caer en junio, cerca de un 0,2% mensual.
“Las que subieron fuerte fueron las suspensiones. En junio alcanzaron al 10,4 por mil de trabajadores, valores que están cerca de los máximos de la serie (iniciada en 2006) excluyendo la pandemia”, advierte el experto.
Luego remata: “Para lo que viene, no sería raro que estemos encontrando un piso. En algún momento la destrucción de puestos de trabajo tiene que parar. La pregunta es si el empleo en algún momento podrá volver a crecer y sostenerse en el tiempo. Por ahora, esta inquietud es ciencia ficción”.
Ilustración: Marcelo Spotti