Redacción Canal Abierto | Esta semana Mariano Cúneo Libarona asistió a la Comisión de Mujeres y Diversidades de la Cámara de Diputados para dar explicaciones sobre el desmantelamiento de programas de su cartera destinados a la prevensión y protección de las víctimas de violencia de género.
En cambio, el ministro de Justicia dedicó la oportunidad a leer un discurso plagado de postulados reaccionarios: «se acabó sólo el género, nuestro valor es la familia que es el centro de la sociedad y de la Nación». Incluso llegó a asegurar que «las violencias no tienen género», pese al triste récord de un feminismo cada 24 hs.
La inicial sorpresa de los legisladores se volvió bronca cuando el funcionario de Milei aseguró que «la diversidad de identidades sexuales son inventos subjetivos».
Al murmullo y los gritos en la sala le siguió la intervención de la diputada Carla Carrizo (UCR): «Una cosa son sus opiniones personales y otra cosa es la ley. Usted es ministro de Justicia, está obligado a respetar las leyes del Estado argentino. No importa lo que usted piense. Queremos que estudie. Es una falta de respeto a todos los diputados de acá».
Y si a esa altura el escándalo no era ya suficiente, Cúneo Libarona llamó a un colaborador y le susurró al oído: «Esto está textual del discurso de (Javier) Milei».
No pasaron horas para que resuene el repudio de referentes de un amplio arco político, de la cultura, el movimiento feminista e incluso juristas. A estas se sumaron Amnistía Internacional, el Frente Orgullo y Lucha, la Federación Argentina LGBT+ y la CTA Autónoma, entre otras, incluso con pedidos de juicio político o directamente la renuncia del ministro.
El comunicado de la CTA-A advierte: “Hemos aprendido, las mujeres y las disidencias, como decía Lohana Berkins, que el amor es el motor de lucha, y estos discursos no solo niegan la identidad de géneros, que conquistamos su reconocimiento por Ley a fuerza de organización y lucha en las calles, sino que además vuelve a discursos peligrosamente conservadores como los que sostuvieron a la última dictadura militar de ‘Dios, Patria y Familia’”.
“Discursos como estos en los que se niega la existencia de la desigualdad y la violencia de género lo único que traen aparejado es el aumento de ellas y el recrudecimiento de las violencias de odio”, sintetizan.