Redacción Canal Abierto | Luego de que una denuncia de los trabajadores bancarios alertara a los argentinos sobre la salida subrepticia de reservas en oro del Banco Central con rumbo a Inglaterra —y de que Luis “Toto” Caputo lo defendiera como “una movida muy positiva”— ocurrió lo esperado.
Bainbridge Fund, un fondo buitre radicado en Bahamas que le reclama al país US$ 95,8 millones por los bonos impagos, inició un reclamo ante la jueza de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska, para que obligue a la Argentina a liberar datos sobre el destino de los US$ 4.800 millones en lingotes.
“Todo esto que ocurre es parte de un mecanismo que, a partir de 1976, se inicia en la Argentina, cuando se desregula la cuenta capital”, detalla Ernesto Mattos, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo Productivo y la Innovación, de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ) en diálogo con Agenda propia.
Esa apertura de la cuenta capital fue la que abrió el proceso de endeudamiento. De 1974 a 2024, la deuda argentina creció 4885,2%: pasó de US$ 8.000 millones a US$ 451.000 millones. Mientras tanto, el PBI creció en esos 40 años sólo el 20%. La pobreza, en tanto, creció 1344% y el peso de la deuda sobre el PBI llegó al 110,5%, y al 879,1% de las reservas nacionales.
“El mecanismo es el siguiente: acumulan riqueza en la Argentina y la transfieren al exterior con la formación de activos externos (FAE) —explica Mattos—. En el exterior, cuando vos tenés (el dinero en) la cueva financiera hay que blanquear esa plata comprando títulos de deuda. Este mecanismo es difícil de romper. No importa si gana Nicolás Del Caño mañana, o si vuelven Mauricio Macri o Cristina Fernández, el problema va a seguir estando. Según el estimado del INDEC en el exterior hay US$ 400.000 millones”.
Luego detalla: “En 2002, los depósitos en el sistema bancario de los privados eran US$ 696 millones. En 2012, ya eran US$ 15.000 millones. Con Macri llegaron a ser de US$ 30.000 millones y volvieron a bajar a US$ 18.000 cuando se fue Macri. Esto quiere decir que se dedicaban a transferir la riqueza de un sector de la sociedad al exterior”.
“Esto no tiene nada de novedoso. Ya lo hizo Nicolás Avellaneda durante su Presidencia en la que dijo que había que honrar la deuda y que no importaba si la pagamos con el hambre del pueblo —agrega el especialista—. Acá estamos asistiendo a lo mismo. No es raro ver que se desarticula la universidad, el sector productivo cooperativo pyme, porque los negocios tienen que quedar en manos del capital extranjero, que es lo que (Javier Milei) dijo en Davos. Todo lo que tenemos como recurso va a pasar a manos del capital extranjero”.
El problema interno
Según Mattos, todo esto se enmarca en un proceso global que empezó en los 70 e impulsó a los empresarios a dedicarse a “la timba financiera”.
“Hay un problema es la caída de la inversión, porque tuvimos una recuperación de 2003 a 2015 y los empresarios más grandes compraron barato y vendieron caro. No innovaron, no aplicaron eso que el capitalismo quiere: acumular ganancias, invertir, generar innovaciones y copar mercados. Al contrario, cuando empezó la regulación del dólar empezaron a sacar los dólares y llevarlos al exterior, porque no hacen ni siquiera capitalismo”, señala el economista.
Asimismo, plantea: “En la Argentina hay 560.000 empresas pero sólo hay 8.000 empresas exportadoras. De esas, 80 están en la Bolsa. De esas 80, 20 están en Nueva York. O sea que cuando dicen ‘festejan los mercados’ están festejando 20 empresas. Este grupo minoritario lo que hace generalmente es endeudarse privadamente y decir que eso es inversión pero después cuando tiene que pagar los intereses van al Estado para pedir los dólares”.
Finalmente, asegura: “El problema central es el acuerdo con el FMI porque dice: tasa de interés positiva, ajuste de tarifa, ajuste de gasto fiscal y garantizar el pago de los intereses. Milei se estuvo apalancando todo este tiempo con la deuda en pesos. Generó en ocho meses el equivalente a 97.000 millones de dólares de deuda en pesos que tiene que pagar. El panorama es complicado porque si hasta ahora ajustaron en jubilados y la universidad, no me extrañaría que haya recorte de salarios en la Administración Nacional, que es lo que hizo Patricia Bullrich en 2001”.
Mirá la entrevista completa de Agenda propia*, un programa producido por Canal Abierto que aborda la coyuntura disputando el sentido de la agenda.
Con la participación del secretario general de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, y del economista y presidente de Unidad Popular, Claudio Lozano.
Con la conducción de Ariel Crespo y Gladys Stagno.
*Todos los martes a las 14.30, por Somos (Canal 7 de Flow).