Redacción Canal Abierto | Ayer la Asamblea General de Naciones Unidas votó por 32° año consecutivo en contra del embargo económico, comercial y financiero que Estados Unidos sostiene en contra de Cuba desde hace 60 años. En línea con una posición histórica, Argentina también se expresó en contra del bloqueo, y la medida significó la rápida eyección de la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, y su reemplazo por Gerardo Werthein.
La Oficina del Presidente explicó que la salida de Mondino se daba en el marco de la política de adoctrinamiento ideológico que, sin tapujos, el Gobierno intenta imponer en todo el cuerpo de diplomáticos. “La Argentina atraviesa un período de cambios profundos y esta nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje en cada decisión los valores de libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales”, afirmaba el comunicado.
En declaraciones radiales, el analista internacional y vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella, Juan Gabriel Tokatlian, señaló que la posición expresada ayer por Argentina es la misma que el país sostiene desde 1992 y que ni siquiera se interrumpió durante las “relaciones carnales” en el menemismo. Esto responde –precisó- a la alianza estratégica que Argentina preserva con Cuba en la ONU, donde la isla caribeña ocupa la vicepresidencia del Comité de Descolonización desde donde se constituyó en una ferviente defensora de la causa Malvinas.
“La posición que tuvo Argentina fue consecuente con la posición histórica, pero dado que estamos en un gobierno hiperideologizado, al punto de ser dogmático, se ve la votación como en contra de Estados Unidos e Israel”, explicó el especialista.
Tokatlian también opinó sobre los trascendidos mediáticos de que el voto de Mondino habría sido una trampa tendida por Karina Milei para que “pise el palito” y justificar así su despido. “Aquí ya empieza la intuición, pero creo que el presidente estaba en Córdoba y no tenía la menor idea de lo que estaba pasando, y su hermana tampoco”. “Ahora, con una mezcla de ignorancia, impulsividad y oportunismo vieron la forma de salirse de Mondino, que ya tenía intervenida la cancillería hacer varios meses, a tal punto que a la reunión del G7 no asiste Mondino. ¿Y quién va con el presidente? El embajador de Argentina en EEUU”, sostuvo el especialista en relación a quien será el reemplazante en el ministerio de Relaciones Exteriores.
Los costos sociales del bloqueo
En un informe titulado “Tumba el Bloqueo”, el gobierno cubano definió al embargo que Estados Unidos sostiene en contra de su país y sus ciudadanos como el “sistema coercitivo unilateral más prolongado y abarcador de la historia”. El bloqueo comenzó en 1960 y se fue endureciendo en diferentes momentos históricos, alcanzando a terceros países a partir de 1992, fecha en la que la Asamblea General emitió su primera petición a Estados Unidos para ponerle fin.
A 2024, el complejo entramado de normativas que según cálculos del gobierno cubano ya le infligieron a ese país pérdidas por más de USD 150.000 millones comprende entre sus medidas más severas:
- La inclusión de Cuba en la lista unilateral del Departamento de Estado de los EE.UU. sobre países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
- La posibilidad de tomar acción en tribunales de los EE.UU. para interponer demandas en virtud del Título III de la Ley para la Libertad y la Solidaridad Democráticas Cubanas (Ley Helms-Burton).
- Las sanciones o amenazas de sanciones contra las empresas navieras, transportistas, aseguradoras o reaseguradoras involucradas en el suministro de combustible a Cuba;
- La persecución “intensa y minuciosa” a las transacciones financieras cubanas y los consiguientes obstáculos para el suministro de recursos de primer orden.
- Y la continuidad de otros listados también unilaterales.
El informe también da a conocer datos que grafican el impacto de la medida en la población. Así, calcula que 4 meses de bloqueo equivalen al financiamiento necesario para garantizar durante un año la entrega de la canasta familiar normada de productos a la población (1.600 millones de dólares aproximadamente).
También, que 38 horas de bloqueo equivalen al costo de producción que requiere el país para cubrir las necesidades del sistema educacional durante un año, y 25 días al financiamiento requerido “para cubrir las necesidades del Cuadro Básico de Medicamentos del país durante un año”.
Estas medidas continúan, además, en un contexto de grave crisis económica, social y política que atraviesa la isla y que en este momento repercute en los suministros energéticos, como el masivo apagón de hace una semana que tuvo repercusión mundial. Hace unos meses, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también había advertido sobre los efectos del bloqueo estadounidense en la crisis alimentaria y energética que atravesaba Cuba.
“La política del gobierno de los EE.UU. se dirige a poner en una situación de ventaja al sector privado cubano y castigar al sector estatal, conociendo que este presta servicios esenciales a todos los cubanos y es garantía de la justicia social y la equidad entre los ciudadanos”, precisa el informe del gobierno cubano. Y denuncia que la medida “se inserta dentro de un diseño de imposición de cambio de régimen que busca fragmentar la sociedad y estimular una oposición política en función de sus intereses hegemónicos”.