Redacción Canal Abierto | “Secundaria Aprende” es la tercera reforma al hilo que se lleva adelante en la Ciudad de Buenos Aires en los últimos 10 años y bajo gobiernos del mismo signo político. La primera la llevó adelante Mauricio Macri en 2014 y la segunda Horacio Rodríguez Larreta en 2017.
Ahora, “de manera inconsulta” y “sin hacer un balance respecto a las modificaciones anteriores”, Jorge Macri y su ministra de Educación, María de las Mercedes Miguel, impulsan un nuevo plan con modificaciones radicales que desde Ademys, uno de los gremios docentes de la Ciudad, describen como una contrarreforma o una “reforma antieducativa”.
En una entrevista en Canal Abierto, Amanda Martin, su secretaria adjunta, agrega: “Los datos que presenta la actual gestión para justificar la nueva reforma hablan mal del propio gobierno, porque ellos gobiernan hace 16 años”. “Es el fracaso de la propia política del macrismo”, señala.
Asimismo, indica que efectivamente “los datos que presentan se ven en las aulas”. “Hay dificultades en el aprendizaje y en la adquisición de conocimientos, lo cual está ligado a un contexto económico y social que complejiza la tarea pedagógica en toda la Argentina, y también en la Ciudad de Buenos Aires, pero que también tiene que ver con los recursos educativos y con los presupuestos que se destinan a la educación pública”. En ese marco –apunta- profundizar el camino de estas reformas es empeorar la situación.
Y es que según detalla la también exlegisladora porteña por el FIT-Unidad (Partido Obrero), la nueva reforma plantea un claro recorte de contenidos, con solo tres materias troncales, más una serie de laboratorios, algunos obligatorios y otros optativos, de los que por ahora solo se conocen los títulos. “Algunos son realmente desopilantes, como “Antiguos y modernos”, señala Martin, quien compara la propuesta con el sistema de Polimodal que se implementó durante el menemismo. “Vamos a una escuela más básica”, cuestiona. Y se pregunta: “¿Esta es la preparación a un estudiante que quiere seguir la universidad?”.
La reforma además impacta en el trabajo docente: en muchas escuelas podría dejar afuera al 50% de la planta docente, alertan desde Ademys. Así, porque con el pretexto de terminar con los “docentes taxis” buscan que cada docente concentre sus horas en una sola escuela, en bloques de 36 o 72 horas, a partir de criterios “menos transparentes”, porque el acto público deja de ser el mecanismo principal para formar cargos.
“Todo esto –explica la dirigente de Ademyss- representa un impacto tanto para la calidad educativo como para la salud laboral. Y con el mismo salario”, subraya.
Te puede interesar: Tres advertencias sobre la reforma de la secundaria que avanza en CABA
Entrevista: Elisa Corzo