Redacción Canal Abierto | “La cobertura periodística de los trabajadores de Página/12, como otras veces a lo largo de su historia, aportó elementos fundamentales en la reconstrucción de las consecuencias que dejó la represión desplegada por el Gobierno Nacional el pasado miércoles en la marcha de jubilados”, subrayó en un comunicado el cuerpo de delegados del diario.
“Se trata del trabajo de periodistas y fotógrafxs que, aún en condiciones de precarización y desprotección, ponen el cuerpo en coberturas que ayudan a esclarecer hechos represivos y aportan calidad al diario, que lxs usa para sacar chapa mientras malpaga e ignora en sus reclamos”.
Se referían, entre otros trabajos, a la secuencia de fotos que aportó la fotógrafa Alejandra Morasano y que contribuyó a que el Mapa de la Policía pueda individualizar al gendarme de apellido Guerrero que efectuó el disparo que hirió en la cabeza al fotógrafo Pablo Grillo.
Al describir el momento en que registró esas imágenes, la reportera dio cuenta de las condiciones de riesgo en las que realizan la cobertura: luego de ahogarse con gases y recibir los chorros de un hidrante que intentaba dispersar a la prensa -relata Morasano- “seco la cámara y empiezo a sacar lo más abierto posible para que se viera cómo reprimen Gendarmería y Policía. Después se acercan (policías) con las motos, se suben a la vereda y amenazan con reprimirnos. Yo hago una secuencia de fotos y cuando varios fotógrafos se descomponen (por el efecto de los gases lacrimógenos) nos vamos para atrás”.
A un contexto político desfavorable de un Gobierno que no solo no se preocupa por resguardar la labor de prensa sino que la persigue, se suma el comportamiento de las empresas como Página/12. El diario, denuncia el cuerpo de delegados, “no paga los equipos fotográficos con los que trabajan sus reporterxs gráficos, ofrece salarios de indigencia –sueldos de 500mil pesos mensuales y colaboraciones que no pasan los $15mil pesos, y recién ahora, después de que Pablo Grillo fue herido de gravedad en la represión del pasado miércoles, empezó a ocuparse de los elementos de seguridad”.

Ante esto, “exigimos a la empresa que cuide a quienes hacen del diario uno que vale la pena leer. Ese cuidado significa protección de sus cuerpos, pero también de sus vidas con el pago de salarios dignos y mejoras en las condiciones de trabajo”, afirmaron desde el cuerpo de delegados.
Portada: Leandro Teysseire