Redacción Canal Abierto | Javier Milei cumple 500 días como presidente de Argentina y un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) revela los datos más salientes del deterioro económico y social desde su asunción en diciembre de 2023.
Pese a tratarse de la principal promesa de campaña y bandera de La Libertad Avanza, la inflación acumulada en poco más de un año y medio alcanzó el 196%. El repunte de marzo, con 3,7%, y el traslado a las góndolas de la reciente devaluación augura una escalada.
El PIB cayó de 704.4 a 663.1 mil millones de USD, una reducción del 5,9%, evidenciando una economía en retroceso.
En relación con la deuda pública, esta creció un 10,3%: pasó de 337,664 a 372,517 millones de USD, a contramano de la premisa libertaria que auguraba su reducción inmediata con el fin del déficit. A esto se debe sumar el esquema de pagos acordado recientemente con el Fondo Monetario Internacional, impagable a partir del año 2027.
La producción industrial disminuyó un 12,1%, con el sector manufacturero como el más afectado, según datos oficiales.
La formación bruta de capital fijo, clave para la inversión, se desplomó un 21,9%: pasó de 132,8 a 103,7 mil millones de USD.
La utilización de la capacidad instalada en la industria, que mide cuántas máquinas se encuentran paradas producto de la recesión, refleja una baja del 66,4% al 59,1%. Mientras que las importaciones de bienes de capital, esenciales para la producción, cayeron un 15,5%.
Uno de los ejemplos de este industricidio es la producción de automóviles, la cual se redujo un 29,3%, de 610,775 a 431,987 unidades, en respuesta a una baja en la demanda.
La actividad en el sector de la construcción, uno de los más golpeados en este año y medio, cayó un 24,5%. Todos los especialistas aseguran que el desplome en el rubro aún no tocó fondo.
El empleo privado registrado disminuyó un 1,6%, con 124,089 puestos de trabajo menos. A su vez, los salarios reales del sector privado cayeron un 9,5%, mientras que los del sector público lo hicieron un 14,8%. El poder adquisitivo del salario mínimo se desplomó un 68,6%.
Como consecuencia directa de estos últimos datos, las ventas minoristas de bienes de consumo cayeron un 15.5% y en el caso de la carne pasó de 53,3 a 44,8 kilos (piso histórico) per cápita anuales.
Las tarifas de servicios públicos pasaron de representar el 5,9% al 10,3% del salario promedio. Los medicamentos aumentaron un 158%, golpeando fuertemente a los jubilados, el sector más ajustado en la era Milei.
En conclusión, 500 días y nada para festejar en materia económica…