Redacción Canal Abierto | A principio de mes el Gobierno nacional puso a prueba en Guaymallén, Mendoza, el sistema de Cobertura Única de Salud sancionado por decreto de necesidad y urgencia en julio de 2016. Desde entonces, varias organizaciones se nuclearon en el Movimiento No a la CUS para denunciar lo que consideran es un negociado que destruye el sistema público.
Luis Migueles es médico sanitarista y miembro del IDEP Salud, el Instituto de Estudio sobre Estado y Participación impulsado por la Asociación Trabajadores del Estado. En esta entrevista en los estudios de Canal Abierto explica los alcances del sistema macrista que, si bien aún no fue reglamentado, ya ha generado el desmantelamiento de hospitales y fuentes de empleo en México, Colombia y Chile.
La CUS nace con una gran contradicción: brindar una cobertura universal dentro del sistema público y gratuito que garantiza la Constitución Nacional. Bajo el argumento de brindar un médico de cabecera, digitalización de las historias clínicas y la posibilidad de que cualquiera se atienda en un establecimiento privado, se verán restringidas la cantidad y tipo de atenciones patológicas.
Ya lo dijo el ministro Jorge Lemus en una entrevista en diario Perfil: “Si hay alguna prestación que el sistema público no puede dar, la va a convenir con el sistema privado”. Convenirla, claramente, en términos de mercado.
El doctor Migueles explica el sentido del negociado y advierte que se intenta pasar de un sistema preventivo -que supo ser de excelencia- a otro curativo. Uno de oferta por otro de demanda.
Asimismo revela por qué la CGT aceptó transferir 8 millones de pesos del Fondo Solidario de Redistribución –aporte de los trabajadores a las obras sociales- para financiar la CUS. Un monto que, además, representa tan sólo $42 mensuales por beneficiario.