Redacción Canal Abierto | La semana pasada los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) llevaron a cabo un paro de 96 horas para rechazar 130 despidos en el organismo, el retiro de los servicios de inspección veterinaria de los establecimientos frigoríficos para consumo interno que fiscalizan la producción y elaboración de alimentos, el cese en el pago de los alquileres de las 400 oficinas sanitarias de campo, y el levantamiento de programas para la prevención de plagas como el HLB (Huanglongbing, enfermedad provocada por bacterias y un vector que afecta diversas especies de plantas cítricas).
Desde ATE SENASA convocan para el próximo jueves 8 de febrero a una movilización a la sede central del organismo, ubicada en Av. Paseo Colón 367 (CABA).
Desfinanciamiento de los controles sanitarios
“El organismo viene siendo desfinanciado desde hace tiempo, una situación que hoy se profundiza con este Gobierno”, asegura en esta entrevista con Canal Abierto el referente de ATE SENASA, Jorge Ravetti, y aclara: “Ya sufrimos un ajuste presupuestario importante en 2017 respecto de 2016, pero ahora la partida prevista para 2018 es un 25% menor a la del año anterior”.
En este sentido, el dirigente estatal contó que “las propias autoridades nos comunicaron que hay programas sanitarios que se caen porque están desfinanciados. Se trata de programas importantes y serios, como el del HLB –que afecta gravemente la producción de cítricos. Una muestra de ello es que levantaron las barreras sanitarias que impedían que la enfermedad avance, y hoy la tenemos en Entre Rios”.
El HLB daña produce deformaciones en los brotes y decoloraciones variadas en los frutos. La plaga reduce de forma crítica la producción, y en casos avanzados puede llegar a matar a los árboles. “La están tapando como en los 90´ hicieron con la fiebre aftosa, con las consecuencias económicas nefastas que sabemos esto tuvo para el país”.
El déficit fiscal como excusa
“Desde el Gobierno hablan de bajar el déficit, pero SENASA por primera vez en la historia recauda más de lo que gasta. Sin embargo, reducen el presupuesto y se quedan con ese excedente”, afirma Ravetti, y agrega: “El ajuste en el SENASA nos deja en situación de casi inoperatividad”.
Privatización y doble estándar sanitario
Por otra parte, el coordinador de la mesa nacional de ATE SENASA denuncia: “se empieza a dar una suerte de privatización de los sistemas de control. Están impulsando un doble estándar sanitario: controles de excelencia del Estado para lo que se exporta, y controles privados para lo que consume nuestro pueblo. Esto habla de lo que le importa al Gobierno lo que consume nuestro pueblo”.
“A través de su historia, SENASA logró un prestigio internacional importante, por eso logramos tener relaciones comerciales con más de 130 países. Hoy todo eso se está desbaratando”.
Controladores y controlados
Además de los despidos y el proceso desfinanciamiento, los trabajadores del organismo reclaman una política activa de fortalecimiento del Estado en el control del empresariado privado: “SENASA tiene distribuidos en todo el país alrededor de 380 oficinas sanitarias locales, que es donde existe un contacto directo con los productores. Ahora el Gobierno tomó la decisión de no pagarles mas el alquiler, lo que obliga a los profesionales a tocarle la puerta a las sociedades rurales locales para pedirles un espacio u oficina donde trabajar. Esto genera un conflicto de intereses de envergadura porque metes a convivir al controlador con el controlado”.
Entrevista completa: