Redacción Canal Abierto | «La incertidumbre va a ir bajando. No hay motivos para que la volatilidad que vimos hoy subsista», dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a los pocos periodistas presentes en la Casa Rosada luego de una jornada que él mismo definió como llena de «turbulencias».
Y es que el anuncio de Mauricio Macri no bastó. El dólar se escapó y cerró la jornada en un nuevo récord desde el comienzo de la Convertibilidad impulsada por Domingo Felipe Cavallo: $34,40. La intervención del Banco Central tampoco fue suficiente. La corrida le costó a la entidad estatal US$300 millones en reservas, luego de otras dos jornadas de intervención que tampoco lograron frenarla. Sumadas, significaron US$ 710 millones menos de reservas en lo que va de la semana.
Al igual que en mayo, cuando anunció el comienzo de las negociaciones con el FMI, el Presidente grabó un escueto mensaje para llevar tranquilidad a los mercados donde anticipó que obtendrá un adelanto del crédito acordado para «garantizar el cumplimiento del programa financiero» de 2019. Poco después, la jornada bursátil arrancó con la divisa en alza y cerró en corrida, con la caída de los bonos y una disparada de los seguros contra default.
“El problema central de este comportamiento del dólar es la falta de credibilidad en la política económica. Lo que hizo el Presidente es tratar de generar confianza pero eso no fue suficiente”, explica Marta Bekerman, economista, académica de la UBA, y presidenta de la asociación civil Avanzar que trabaja con microfinanzas en sectores de bajos recursos.
“Ésta una situación incierta. Todos los economistas están planteando que hay muchísimos problemas, que no está muy claro hacia dónde se va. Es un problema de cómo resolvés el tema fiscal: si lo hacés achicando, o encarás una política de crecimiento que te permita aumentar la recaudación. En este momento no está muy claro cómo se va a financiar el Gobierno el año que viene, así que no podemos hablar de una estrategia de crecimiento –analiza-. Tratan de reducir el déficit primario, lo cual tiene un alto costo para la población, pero estamos aumentando el déficit financiero por el incremento de la deuda y sobre todo por la dolarización de la deuda. Todos los esfuerzos que hacés se contraponen con el aumento de los pagos de intereses”.
Para Bekerman, además de la falta de confianza de los mercados, que piensan que el Gobierno no puede cubrir sus necesidades financieras; el otro foco de problemas es el sector externo. “El país no está generando dólares genuinos –explica en diálogo con Canal Abierto-. Los dólares se generan a partir de las exportaciones. Pero en un contexto de expectativas de devaluación, ¿quién va a liquidar exportaciones si no están obligados?”.
López Mieres: «No se entiende que en medio de una corrida, el BCRA remate reservas»
Por su parte, Alejandro López Mieres, especialista financiero del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), considera que los mensajes presidenciales generan lo contrario de lo que buscan. “Que vaya el presidente de la Nación a rogarles a los fondos de inversión internacionales que no vendan los bonos y que no presionen más a la Argentina, es por lo menos humillante”, afirma. Y agrega: “La crisis está con nosotros desde hace no menos de cuatro meses, el tema es la ineptitud del Gobierno para poder manejarla“.
El fantasma del helicóptero
En lo que va de agosto, la devaluación ya es del 23,66%. En el año, ya acumula un deterioro de la moneda local del 82,54%, y no fueron pocos los que recordaron en el video de Macri vestigios del Blindaje 2001 que Fernando De la Rúa anunció como “buenas noticias” meses antes del desastre.
“Los fondos no quieren que Argentina defaultee, dejando correr el dólar”, sostiene López Mieres. También asegura que una corrida mejoraría los índices económicos. “Va a haber un dólar, que puede ser de $40 o de $50, que equilibre las cuentas externas, que permita volver a tener cierto superávit de las cuentas externas en dólares -relata-. Eso, que desde el punto de vista macroeconómico tiene un viso de consistencia, desde el punto de vista político y social sería totalmente destructivo. Porque licuás los salarios reales y generás focos de miseria que serían inconsistentes con cualquier pretensión de reelección por parte de Macri”.
Para Bekerman, el escenario tampoco es el mismo que el que terminó con un presidente huyendo en helicóptero, por múltiples razones: “No es la misma situación que en 2001, no creo que termine igual. Con cierto apoyo internacional se pueden llegar a cubrir las necesidades de financiamiento del año que viene, y el Gobierno lo tiene. Una de las preguntas que yo me hago es hasta dónde va a llegar ese apoyo, ese es un tema clave para poder salir de esta situación. Sí me parece que va a haber una situación inflacionaria complicada con estas devaluaciones, eso afecta mucho la distribución del ingreso, eso afecta mucho sobre todo a la pobreza”.
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