Redacción Canal Abierto | La inflación, ese bendito índice que tanto se refleja en nuestros bolsillos, llevará a la Argentina al triste honor de terminar 2018 entre los cinco países con más subas del globo. Los datos son del informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) que fueron difundidos esta semana.
La proyección que el organismo realiza para Argentina en 2018 es del 40,5% de inflación anual, lo que nos deja sólo detrás de la República de Sudán del Sur (99,4%), Sudán (64,3%), Irán (47,8%). El quinteto lo completa Yemen, con un 30%. En la cabeza del ranking está Venezuela cuya hiperinflación es incalculable y la percibimos día a día en nuestras calles pobladas de venezolanos que escapando de la hiper cayeron en nuestro proceso inflacionario.
Eso, además, posiciona al país entre los únicos 17 de los 190 medidos, que terminará el año con una cifra de dos dígitos. El resto se trata de países en su mayoría africanos.
En el medallero de los que menos crecen, Argentina también quedó quinta. En este caso, fue el Fondo Monetario Internacional quien le otorgó la distinción cuando estimó que la economía nacional caerá este año 2,6%. En la región, nuestro país sólo es superado –si cabe decirlo así- por Venezuela, cuya economía sufrirá según las proyecciones un desplome del 18%.
Las otras naciones que superan a la Argentina en derrumbe económico son Dominica (-14,1%), Guinea Ecuatorial (-7,7%), y Nicaragua (-4%).
La tabla completa mide el crecimiento de 65 países, y pese a que el contexto internacional suele ser una de las excusas preferidas del Gobierno para justificar la crisis, la mayoría de las economías medidas por el FMI crecerán este año.
Finalmente, hay un podio en el que la Argentina se queda con la de oro: es el país con la más elevada tasa de interés del mundo. Con un 65% en septiembre (hoy llega al 73%), supera con creces a Turquía, que tiene su tasa en 24% y es, junto con el nuestro, uno de los siete países que ajustaron su tasa el mes pasado.
El informe de Ámbito aclara que las variaciones en política monetaria se deben a que la Reserva Federal de los Estados Unidos decidió subir en 0,25 puntos, a 2,25% anual, su tasa en línea con lo esperado. Pero mientras otros bancos centrales se fueron acomodando y la mayoría decidió no innovar y mantenerse igual, Argentina picó en punta y le sumó 5 puntos a una tasa ya elevadísima.
El resto de los países que modificaron su política monetaria fueron República Checa, Indonesia, Noruega, Filipinas y Rusia, aunque con variaciones mucho menores.