Redacción Canal Abierto | Argentina cerró 2018 en el podio de todos los rankings negativos. En cuanto a la inflación, con un acumulado anual por encima del 47%, se posicionó sólo por debajo de Venezuela (10.000.000%), Sudán del Sur (92,7%) y Sudán (56,8%). Además, el país se ubicó entre los únicos 17 de los 190 países que terminaron el año con una cifra de dos dígitos.
Por otro lado, en el listado de los que menos crecen, Argentina también picó en punta. En este caso, fue el Fondo Monetario Internacional quien le otorgó la distinción cuando estimó una caída de la economía nacional del 2,6% en 2018. En la región, nuestro país sólo fue superado –si cabe decirlo así- por Venezuela, cuya economía habría sufrido -según las proyecciones- un desplome del 18%.
Finalmente, hay otro triste podio en el que la Argentina despuntó: según un estudio publicado en octubre pasado, el país tuvo la más elevada tasa de interés del mundo. Por entonces en torno al 73% (hoy supera el 65%), superaba con creces al segundo puesto ocupado por Turquía (24%).
Ahora, en el ranking anual de los países más felices que elabora la ONU, Argentina volvió a ser noticia por su retroceso en materia de niveles de educación, apoyo social, eficiencia de los gobiernos, expectativa de vida y corrupción.
El informe publicado este 20 de marzo, Día Mundial de la Felicidad, ubicó por segundo año consecutivo a Finlandia a la cabeza y a Sudán del Sur, en medio de la guerra, en el último lugar. Mientras que dentro de América Latina, Costa Rica figura como el país mejor posicionado (12º), seguido por México (23°), Chile (26°), Guatemala (27°), Panamá (31°), Brasil (32°), Uruguay (33°) y El Salvador (35°), Colombia (43°) y Nicaragua (45°). Luego aparece Argentina (47°), que cayó 18 puestos respecto al informe de 2018, cuando fue situada en la posición 29 entre las 156 naciones evaluadas.
Aunque lejos de los últimos puestos de naciones menos felices -como Sudan del Sur, Yemen, Afghanistán, Haití o República centroafricana-, otros países que registraron fuertes caídas fueron Venezuela (108º) y Estados Unidos (19º).
El reciente ranking de la ONU puede resultar risueño para algunos. Sin dudas no lo es la brutal inflación, la pérdida de poder adquisitivo del salario, las tasas de interés que vuelven inviables las inversiones productivas o el desplome de la economía real. Por intención, desidia o incapacidad, el slogan de campaña macrista de 2015 se cae a pedazos mientras los trabajadores argentinos sufren la “revolución de la alegría” que no fue.