Por Elisa Corzo | La República de Chechenia es parte de la Federación Rusa. Si bien en la región la homofobia no es novedad -en Rusia, en junio de 2013, se aprobó una ley que condena la propaganda homosexual- los hechos que se denuncian no tienen precedentes.
De acuerdo a los propios testimonios de las víctimas y a investigaciones periodísticas, cientos de personas están siendo secuestradas en centros de detención ilegales, torturadas y asesinadas por funcionarios del gobierno de ese país, debido a su orientación sexual.
“Son crímenes de odio y crímenes contra la humanidad”, afirmaron desde la Red LGBT Rusa, una organización que lucha por los derechos de la comunidad gay y que se encuentra abocada a la evacuación, relocalización y asistencia de las víctimas.
En conversación con Canal Abierto dieron un panorama de lo que ocurre en esa región del norte del Cáucaso ruso.
-¿Cómo tomaron conocimiento de los hechos que denuncian?
-A fines de marzo, nuestro director, Igor Kochetkov, comenzó a recibir mensajes anónimos que denunciaban que hombres homosexuales estaban siendo torturados y, en algunos casos, asesinados. Guiado por estos mensajes, la Red LGBT Rusa comenzó a recolectar pruebas que respaldaran estos datos y se puso en contacto con ONGs que trabajan en la región. El 1 de abril, NovayaGazeta publicó una investigación en la que denunció que personas gay en Chechenia estaban siendo torturadas y asesinadas. Se hizo evidente que había una gran crisis en la región
-¿Por qué afirman que son crímenes homófobos?
-Es crucial entender que la violencia que actualmente está sucediendo en Chechenia se dirige a un grupo social particular, basándose únicamente en su orientación sexual. Son crímenes de odio y, en una escala más amplia, podemos definirlos crímenes contra la humanidad. Es un hecho sin precedentes por eso es necesario, además de rescatar a las víctimas de esta terrible situación, prestar mucha atención a lo que está sucediendo en Chechenia
-¿Tienen conocimiento del número de víctimas?
-Hasta ahora, la Red LGBT Rusa recibió solicitudes de ayuda de 80 personas, quienes requieren asistencia urgente tras haber podido dejar la región por sus propios medios. Además, la red evacuó a 40 personas. De acuerdo a las declaraciones de las víctimas, cientos de homosexuales fueron y permanecen detenidos.
-¿En qué contexto ocurren estos crímenes?
-La homosexualidad es considerada un severo estigma en la sociedad chechena. Distintos voceros chechenos argumentaron que no hay personas gay en la región, y que si las hubiera, los asesinatos son justificables porque su homosexualidad conlleva gran vergüenza para los miembros de sus familias. Sabemos que algunos de los detenidos fueron entregados a miembros de sus familias para que ellos decidieran su destino.
-¿Qué estrategias están desarrollando desde la Red?
-Actualmente, la Red LGBT Rusa está poniendo todos sus esfuerzos en evacuar a las víctimas. Hemos rescatado alrededor de 40 personas. Además, ofrecemos a estas personas alojamiento temporario, asistencia médica y ayuda psicológica. Nuestros mayores esfuerzos están dirigidos a relocalizar a las víctimas y negociar con países que acepten refugiados.
El objetivo es garantizar la seguridad de las víctimas: hay fuertes elementos que indican que las personas que ayudamos a relocalizarse están siendo buscadas por miembros de la comunidad chechena
La clave es la presión internacional
Desde la Red LGBT Rusa informaron que las respuestas de Rusia a sus denuncias fueron “vagas”. En efecto, tras varias presentaciones de la ONG la respuesta llegó desde la Procuración de Chechenia, que anunció oficialmente que iniciaría una investigación.
“Tenemos fuertes evidencias que funcionarios chechenos están involucrados en los crímenes”, cuestionaron desde la Red.
Por su parte, comunicaron que recibieron apoyo internacional desde ONG`s y autoridades de gobiernos extranjeros, incluyendo la Unión Europea y el Consejo Europeo.
“Creemos que estas declaraciones presionan a las autoridades rusas para que no puedan ignorar esta situación e inicien una adecuada investigación”, expresaron.
En Argentina, diferentes organizaciones LGBTI realizaron presentaciones formales y acciones callejeras de denuncia antela Embajada Rusa y la Cancillería Argentina.
“Nuestros deseos no caben en sus campos de concentración”, decía una consigna escrita sobre una cartulina con los colores de la diversidad y pegada en las vallas de la Embajada rusa. La frase condensa el repudio a un plan sistemático cuyos métodos son el exterminio físico pero también simbólico a partir de la negación de la existencia de la disidencia sexual.