Redacción Canal Abierto | En un comunicado oficial, Mariano Rajoy informó que cesó de sus funciones al presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, a su vicepresidente, Oriol Junqueras, y a sus diplomáticos en el exterior. También disolvió el Parlamento y convocó a elecciones el 21 de diciembre.
«Hoy en el Parlamento catalán se han impuesto los partidarios del cuanto peor mejor, los que han llevado a Cataluña a un callejón sin salida, los que han liquidado una tradición de catalanismo integrador y pactista que fue motor de progreso en toda España”, afirmó Rajoy y luego aseguró que “no se trata de suspender el autogobierno, ni de intervenirlo ni de recortarlo, sino de devolverlo a la normalidad lo antes posible” y que “una normalidad empieza por la ley”.
El anuncio de la medida era esperado luego de que los diputados del Parlamento catalán aprobaran hoy constituir «una república catalana como estado independiente, soberano, democrático y social». Más tarde, el Senado autorizó a Rajoy la intervención de la autonomía catalana de acuerdo con el artículo 155 de la Constitución española que prevé esta medida para el caso en que una comunidad autónoma no cumpla las obligaciones que la carta magna u otras leyes le impongan, o actúe de forma “que atente gravemente contra el interés general de España”. Esta constitución, que la independencia catalana vulnera, fue votada en 1978 con un apoyo del 90% de los catalanes.
“El asunto es que (la independencia) es ilegal de cabo a rabo. Es ilegal la votación en el Parlamento, es ilegal la votación que se hizo en sí, y es ilegal lo que se hizo hoy: aprobar una declaración de independencia sobre la base de una ley inconstitucional que no te da derecho a nada”, explicó el analista internacional, Jorge Elías, en diálogo con Canal Abierto.
En el mundo hay sólo dos países que aprueban la libre determinación de los pueblos: Etiopía y el archipiélago de San Cristóbal y Nieves, en el Caribe. «Para que un país pueda independizarse primero necesita tener fronteras propias; segundo, necesita tener moneda propia; tercero, necesita el reconocimiento de otros países y necesita llevarse bien con otros países. Por eso Cataluña no ha tenido respaldo internacional: la Unión Europea se opuesto, Naciones Unidas se ha opuesto, no tiene legitimidad”, agrega Elías.
Elías: «El único respaldo político que tienen los catalanes son los partidos de ultraderecha de Europa»
“Hay dos dirigentes, uno el presidente de la Asamblea Nacional Catalana y otro del Òmnium Cultural, (Jordi Sánchez y Jordi Cuixart respectivamente) que están detenidos por el delito de sedición, por orden de Madrid -recuerda el periodista-. El mismo delito podría caberle a Puigdemont, podría ir preso. Y ahí es donde se abre un escenario que en este momento no sé dónde puede disparar”.
Por otro lado, está la economía. Desde que la escalada independentista se volvió un tema preocupante, Cataluña ha perdido el 25% de sus impuestos con la mudanza de las sedes centrales de unas 1600 empresas fuera de la región. Esto fue posible gracias a que el gobierno español permitió que se hiciera sin el aval de los accionistas. La explicación radica en el temor del mercado a quedar emplazado en un país pequeño que requiera pagar impuestos aduaneros para transportar sus productos a cualquier lugar de Europa.
Un escenario complejo
En su anuncio, Rajoy sostuvo que la independencia desconoce el sentir de muchos catalanes que «no pueden compartir el destrozo que esta operación basada en mentiras, fraudes e imposiciones está causando en el cuerpo social de Cataluña”. Para él, esta intervención se trata de “evitar más daños”.
La posición del líder del Partido Popular (PP) es compartida, pese a las diferencias en el señalamiento de los culpables, por el referente de Podemos Pablo Iglesias, quién manifestó su posición a poco de la declaración independentista en las redes sociales. “Estamos contra la represión y por un referéndum pactado, pero la declaración de independencia es ilegítima y favorece la estrategia del PP”, escribió. Para él, la explicación de que un 48% hayan votado en el referéndum del 1 de octubre su apoyo a una separación de España es a causa del rechazo al gobierno del Partido Popular.
«El único respaldo político que tienen los catalanes que declararon la independencia son los partidos de ultraderecha de Europa, los que detestan a la Unión Europea», recuerda Elías.