Por Alicia Rivas Zelaya | El Tribunal Oral 1 de Oberá absolvió el jueves 21 de diciembre a Victoria Aguirre, la joven encarcelada por la muerte de su hija Selene. Su ex pareja Rolando Lovera recibió una condena de 19 años. Los jueces lo encontraron responsable de la lesión que le causó la muerte de la niña. La absolución de Victoria es el resultado de una larga lucha por la incorporación de la perspectiva de género en los procesos judiciales y la denuncia de la violencia del Estado ejercida sobre mujeres en situación de pobreza.
Victoria Aguirre es sobreviviente de violencia de género y de violencia estatal. Estuvo casi tres años presa de manera preventiva acusada de homicidio agravado por el vínculo. El 29 de enero de 2015 llegó a la guardia del Hospital Samic de Oberá con su pequeña Selene muerta. Ella no lo sabía. La médica que las recibió, sin escucharla, la denunció ante la policía e inmediatamente la detuvieron. Victoria se enteró de la muerte de su hija mientras la esposaban.
La acusaron junto a su concubino Rolando Lovera. Victoria empezó a hablar unos días después, cuando pudo salir del estado de Shock. Contó sobre la violencia ejercida por Lovera hacia ellas, el sometimiento, los golpes, las amenazas, el miedo paralizante, el aislamiento de su familia.
La encerrona trágica de Selene y Victoria
Estuvo encarcelada desde ese 29 de enero de 2015 hasta el 21 de diciembre de 2017. Ese jueves el Tribunal Oral de Oberá, compuesto por los jueces subrogantes Mónica Azucena García de González, Graciela Ivonne Heppner y Jorge Erasmo Villalba, resolvió absolverla por el beneficio de la duda y condenar a Rolando Lovera a 19 años de prisión. La defensa de Victoria había pedido la absolución por considerarla ajena al hecho de la muerte de la niña.
La causa llegó a debate oral en dos oportunidades. La primera a fines de junio de este año, pero debió ser anulada por una serie de recusaciones de la anterior defensa de Victoria y la inhibición del tribunal de origen. Ya con el nuevo tribunal, integrado por camaristas del fuero civil, el juicio pudo desarrollarse sin inconvenientes.
“Victoria Aguirre es sin dudas víctima de violencia del Estado”, comenzó su alegato el doctor Eduardo Paredes, uno de los abogados de Victoria, y remarcó las irregularidades con las que la causa llegó hasta la instancia del debate oral, y cómo esas irregularidades se sostienen en la acusación de la fiscal Estela Salguero de Alarcón.
Roxana Rivas, abogada de la CTA Autónoma de Misiones, co defensora de Victoria, destacó que nunca se investigó el hecho de la muerte de Selene. “Pretendieron condenar Victoria por considerarla mala madre, según los estereotipos, prejuicios y la misoginia de todos los operadores judiciales que instruyeron el expediente, la intervención del movimiento de mujeres, posibilitó instalar en el espacio público el testimonio de Victoria como una sobreviviente de violencia de género, y a su Selena como víctima también de esa violencia”.
Desde fines de abril de 2015 comenzó a difundirse la historia de Victoria. El Consejo Nacional de las Mujeres, hoy Instituto Nacional, se presentó como amigo del tribunal ese mismo año y pidió que el caso sea caratulado femicidio vinculado, siguió después la Asociación de Pensamiento Penal. Se constituyó una mesa provincial para reclamar su absolución y se fueron sumando colectivos, espacios y partidos de izquierda en todo el país. El Colectivo Ni Una Menos fue parte de la campaña por Justicia para Selene y Libertad para Victoria.
“Hay que empezar a preguntarse qué pasa con el sistema judicial en Misiones que tiene este nivel de criminalización de mujeres pobres. En pocos años estamos dando cuenta de casos como los de Librada Figueredo, María Ovando y ahora Victoria Aguirre”, se preguntó el abogado Paredes al mencionar casos emblemáticos de criminalización de mujeres que fueron encarceladas responsabilizadas penalmente por la muerte de sus hijos y que después debieron ser absueltas.
María Ovando fue absuelta, liberada y comienza una nueva vida tras casi 2 años presa
La llegada de la Justicia penal
La navidad de Victoria
El jueves 21 de diciembre, Victoria salió caminando de la Unidad Regional II de Oberá, hasta donde se trasladó el Tribunal “por razones de seguridad”.
Tras escuchar la resolución de los jueces, estalló en llanto y tardó varios minutos en dimensionar el significado de la palabra “absolver”. Necesitó el abrazo de su defensora para sentir que la pesadilla había terminado. En la calle la esperaban su familia, las organizaciones de derechos humanos y el movimiento de mujeres para fundirse en un abrazo reparador.
“Estoy muy feliz porque se hizo justicia por Selene. Ahora sí va a descansar en paz. Voy a empezar a hacer el duelo en paz”, dijo Victoria en la calle cortada al tránsito y ocupada por carteles, mujeres, familia, amigos que la esperaron durante días, los que duró el juicio.
Pasó las últimas 2 navidades encerrada en el penal de mujeres de Villa Lanús, pero ésta, la de 2017, la encontró en su casa, absuelta y en libertad.