Redacción Canal Abierto | Siempre ácido, frontal y controvertido, Gerardo Romano pasó por el estudio de Canal Abierto y habló de todo: su obra de teatro, el rodaje de la segunda temporada de la serie el Marginal, su mirada sobre la política argentina, las religiones monoteistas y el autoritarismo, el dinero como deidad y los derechos sociales en riesgo.
Con la dirección Manuel González Gil, el reconocido actor reestrenó Un judío común y corriente en el teatro Chacarerean (Nicaragua 5565, CABA). Todos los sábados a las 20:30, Romano refleja el conflicto que debe resolver un judío alemán que vive en Alemania cuando recibe la invitación de un profesor de Ciencias Sociales de una escuela secundaria, cuyos alumnos, luego de estudiar el nazismo quieren conocer a un judío. “Es una reflexión crítica de las principales religiones monoteístas –catolicismo, judaísmo e islamismo-, las tres homofóbicas, misógenas y represoras que desprecian la inteligencia y la carne”, asegura.
“Soy ateo deseante de Dios. Prefiero que alguien premie y castigue los actos humanos, y haya otra vida después de esta”, asevera el protagonista de Un judío común y corriente, y agrega: “He descreído de la fe de mano de los hombres, sobre todo de quienes visten uniforme, marchan al paso o cometen pederastia”.
Macri y la verdad
Crítico de la gestión de Cambiemos, Gerardo Romano reconoce: “En las legislativas de este año el presidente ganó las elecciones diciendo la verdad, cosa no del todo habitual en él y que no había ocurrido –sino todo lo contrario- en 2015. Hace dos años pude haber un fenómeno hasta de fraude, podría decirse, al mejor estilo menemista. Sin embargo Menem tuvo la rara grandeza de decir que si hubiera dicho la verdad, no lo habrían votado; algo que no hizo el ingeniero Macri”.
De DNUs y autoritarismos
Sobre el avance en los últimos años en materia de derechos sociales y políticos, como fue el caso del matrimonio igualitario o la Asignación Universal Por Hijo (AUH), y una potencial vuelta atrás, advierte: “Por ahora siguen, pero también había paritaria nacional docente, y ahora no la hay por un Decreto de Necesidad y Urgencia”.
“Quién te dice que el día de mañana no puden decir que se acabó el matrimonio igualitario -se pregunta-. “Los putos tienen muchos mas huevos que los heteros, y saldrían a la calle a luchar por sus derechos”, afirma.
“En los 70´, cuando militaba en la Juventud Universitaria Peronista, era bravo. En esa época te llevaban en cana por afeminado, te subían al Falcon verde y no sabías si bajabas. Esto no es una dictadura, pero tiene razgos contradictorios con el Estado de derecho, un manejo de la política, una dependencia, una hegemonía tan grande, un blindaje mediático”.
“Tiene una serie de elementos que si los juntas… Esto no es una dictadura, pero va a camino a serlo, o se prepara para serlo o coquetéa con algunos de sus elementos”, sentencia Romano.
Don dinero, el único Dios verdadero
“En el neoliberalismo, Dios es el dinero”, opina respecto de del sistema. “Es un momento regresivo para todo lo que no tenga que ver con el dinero, porque lo que importa es la tasa de ganancia mas alta. No importa si se vende crack (droga residual de la cocaína), se fabrican o si se generan guerras para que esas armas se usen y vendan. Como decía (Karl) Marx, el penúltimo de los capitalistas le va a vender la soga al último”.
Un Papa, ¿peronista?
“Paradójicamente, en estos tiempo que vivimos, un Papa argentino me convoca mas. No porque él encarne otra verdad, o venga con otro cuento muy diferente, sino simplemente porque escucha. En la verticalidad y el autoritarismo de la teocracia, un Papa que escucha me acerca y provoca deseos de estar, de que dure. Un Papa que se preocupa por el cambio climático, por los pobres”.
“Si el Papa es re contra peronista y yo soy re contra peronista, me chupa un huevo. Lo que me importa es lo que dice y hace, y cómo se vincula con los centros de poder. Por primera vez en 70 años, eso es lo que me resulta atractivo de este Papa”, lanza el actor y abogado.
Entrevista completa:
Entrevista: Diego Leonoff