Redacción Canal Abierto | La ola de tarifazos que viene aplicando la Ciudad de Buenos Aires y que sólo persiguen el aumento de la recaudación da cuenta de una cara de la moneda en cuanto a la política económica del gobierno porteño. Sin embargo, mientras aprieta el bolsillo de los usuarios e incrementa sus fondos, pretende negociar a la baja las paritarias salariales de docentes y estatales.
Ayer, en una audiencia pública “no vinculante”, el gobierno porteño anunció un nuevo aumento de los peajes de las autopistas Illia, 25 de Mayo y Perito Moreno a partir del mes que viene. Allí los representantes de Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), cuyo accionista principal es el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cumplieron con el formalismo de informar el incremento promedio del orden del 13,4%.
Algo similar sucedió con al ajuste tarifario de los parquímetros -sube un 25%-, Alumbrado Barrido y Limpieza (ABL) –aumenta 23%- y la Verificación Técnica Vehicular –costará 16% mas-. En todos los casos se trata de incrementos que engrosarán las arcas de la Ciudad, distrito que de por sí es el más rico de la Argentina (el Presupuesto porteño para 2018 es de 222.383 millones de pesos).
No obstante, la postura del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y la ministra de Educación, Soledad Acuña, se muestra mucha mas austera a la hora de ofertar una propuesta salarial para docentes y estatales.
Desde hace semanas los gremios que representan a los docentes porteños coinciden en rechazar la propuesta oficial de 12% de aumento sin clausula gatillo.
“Se trata de una oferta menor al 15% que estipuló como inflación el Gobierno en el Presupuesto 2018, y muy por debajo de las estimaciones de cualquier consultora o analista económico”, explica Amanda Martín, secretaria adjunta de Asociación docente de la Ciudad de Buenos Aires (Ademys), uno de los sindicatos convocantes al paro del 5 y 6 de marzo.
“Es una propuesta insólita”, aseguró por su parte Guillermo Parodi, secretario adjunto del otro gremio fuerte, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
Por otra parte, quienes sí se mostraron obedientes fueron los dirigentes del Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Sutecba), al mando de Amadeo Genta, y de UPCN, conducido a nivel nacional por Andrés Rodríguez, ambos famosos por su cercanía con los oficialismos de turno. Para ellos la ridícula oferta del 12% sin cláusula gatillo fue suficiente, y en la primera de mano firmaron la paritaria.
En conclusión, mientras Larreta aumenta la presión sobre los contribuyentes porteños, achica la inversión en educación. Claro está, siempre en base a una austeridad que recae sobre los trabajadores.