Redacción Canal Abierto | Entre lunes y martes el Banco Central (BCRA) colocó más de 600 millones de dólares. Pero el récord se alcanzó el miércoles, con la intervención en el mercado de cambios de 1472 millones de dólares para contener la corrida hacia la divisa.
A principios de mes, la entidad monetaria ya había vendido 212,5 millones de dólares, pero la divisa igual subió y se mantuvo en un valor de venta que rondó los $20,50. Ayer, el promedio de venta fluctuó durante la tarde 20 centavos más caro y cerró a $20,56 para la venta, luego de haber tocado los $20,77 en el transcurso de la tarde. La suba podría sumar presión sobre un costo de vida que ya marca una inflación anual diez puntos por encima de las metas oficiales y del techo que quieren imponer a las paritarias.
Evitar que el dólar llegue a los $21 le costaron al Estado más de 4.500 millones de dólares en reservas desde principios de marzo, una intervención del Central de 566 millones de dólares semanales. Sólo en abril, las reservas cayeron 2492 millones de dólares para frenar la corrida. Tras la intervención, terminaron en 59.321 millones de dólares.
La fuga de capitales, el desequilibrio comercial y la especulación financiera son un combo fatal para una propuesta monetaria que se sostiene a través de la toma de deuda.
La estrategia para retener a los inversores en la moneda nacional son las Letras del Banco Central (Lebac), que acumulan un stock de 65.000 millones de dólares. De ese stock, el 8% está en manos extranjeras. En declaraciones a El Cronista, el exsecretario de Finanzas Guillermo Nielsen advirtió que esas reservas “no son genuinas, son alquiladas”, y describió así un escenario inestable.
Por su parte, el BCRA –además de echarle mano a las reservas- recurrió ayer a la suba de la tasa de Lebac en el mercado secundario, lo que no ocurría desde diciembre de 2017. Al final del día, esta tasa terminó en 26,65% e incrementó los volúmenes operados en letras de 117 millones de dólares, el martes, a 458 millones, el miércoles.
Una devaluación lenta pero sostenida
Desde el Día de los Inocentes de 2017, el BCRA dejó la fluctuación libre de la moneda en el olvido y comenzó a intervenir sistemáticamente. Pese a ello –o quizá por eso–, desde entonces la devaluación sobrevino a cuentagotas pero de forma sostenida y significó que el dólar valiese desde entonces $1,10 más.
Para el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, el mercado leyó las bajas en la tasa de referencia que ocurrió hasta ayer –que la entidad se permitió gracias al cambio en las metas inflacionarias– “como el preludio de un relajamiento excesivo de la política monetaria”, lo que llevó a una depreciación del peso. Así lo expresó en la quinta edición de la Exposición de Economía, Finanzas e Inversiones, que se llevó adelante en Buenos Aires a principios de abril.
Según cálculos de la agencia Bloomberg, el dólar mayorista lleva ganado un 8,35% en lo que va de 2018 y un 31,6% en el último año.
Al cierre de esta nota, la divisa estadounidense ya había escalado a $20,69.
Ilustración: Marcelo Spotti