Redacción Canal Abierto | Las cinco escuelas que dependen de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) emplazadas en distintos puntos del país se cerraron durante la última dictadura. Casi treinta años costó su reapertura, pero desde 2005 volvieron a funcionar y hoy albergan a 1200 alumnos que aprenden tres carreras técnicas.
Sin embargo, “esta administración, por una decisión política, ha decidido sacarlas del ámbito de Vialidad, con el pronóstico seguramente de cierre de las escuelas”, relata Julio Aralde, secretario general de la Federación del Personal de Vialidad Nacional (FePeViNa).
En diálogo con Canal Abierto, Aralde y Fabián Cattanzaro, secretario gremial y de prensa del organismo, cuentan cómo los docentes de las sedes de Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Tucumán, Chubut y Santa Cruz “están dando clases gratis”. “Es para no perder la matrícula de los chicos, para que los alumnos no pierdan el año. Tenemos 300 docentes que no están cobrando sus haberes hace cuatro meses y sin embargo estamos tratando de que funcionen las escuelas. Esto tiene una impronta única en América Latina. No hay otra instancia de formación de técnicos en obras viales”, sostiene Cattanzaro.
Antes de encontrarse con que sus salarios no habían sido depositados, no habían recibido notificación oficial alguna del plan de cierre. Al día de hoy, las autoridades tampoco han respondido.
No son sólo las escuelas
En este momento, los trabajadores y trabajadoras de la DNV se encuentran en “alerta y movilización” por lo que entienden como un “desguace” del organismo que se encarga del estudio, proyecto, construcción, administración y conservación de la red vial nacional. “En octubre, el Gobierno sacó el decreto 794 con el cual crea una sociedad anónima con participación mixta del Estado, una empresa que se llama Corredores Viales con las mismas funciones y misiones que tiene Vialidad Nacional, pero sin ningún tipo de control. Es gravísimo lo que está sucediendo, y eso nos está dando el indicio de que esto de las escuelas sea un primer paso hacia el vaciamiento”, detalla Aralde.
Cada paso de avance sobre la DNV va de la mano de la consolidación de los programas PPP (Participación Pública – Privada) que impulsa la gestión Cambiemos para todo el Estado Nacional.
“Los últimos decretos terminan desenmascarando cuál es el verdadero objetivo que tiene este gobierno para la obra pública vial: entregarla a las manos privadas”, explica Cattanzaro.
Y añade: “Alertamos a los usuarios que estos nuevos corredores van a tener peajes cada vez más cortos y cada vez más atados al dólar. Esto no sólo afecta a los usuarios, sino a las economías regionales”.
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