Redacción Canal Abierto | El juicio de Amancay Diana Sacayán marcó un cambio de paradigma dentro de la sociedad pero sobre todo en el colectivo LGTBIQ. Después de tres años, la Justicia consideró que se trató de un travesticidio. Delineó así un camino a seguir, una luz de esperanza en la continuidad de una lucha, la misma que lideró Diana y que continuará en las nuevas generaciones.
Hoy, por tercer año, se llevará a cabo una marcha en contra de los travesticidios y transfemicidios en la búsqueda de visibilizar la violencia de la cultura patriarcal sobre travestis y trans y romper con el statu quo.
Canal Abierto dialogó con Daniela Ruiz, directora teatral y activista trans, y con Lara Bertolini, estudiante de abogacía y activista travesti independiente.
El Juicio de Diana como cambio de paradigma
Daniela Ruiz: «Después de la Ley de identidad de género hemos podido interpelar a la Justicia. No sólo a nuestra generación sino también a las infancias trans. Podemos decir que en la Justicia hubo un fallo que identifica a la identidad de género como algo trascendental, es un cambio histórico que no pensaba ver en mi vida.
No solamente me da esperanza sino que desde ese lugar pone la temática en género. ¿Quiénes toman las decisiones de poder?. Solamente hombres».
Lara Bertolini: «Con el juicio de Amancay Diana Sacayán se rompió el Código Penal. Ahora se tienen que pensar a las identidades travestis y trans como sujetas de derecho dentro de un Estado Nacional. No es suficiente con lo que hay, las formas y características con los asesinatos de odio son diferentes a los asesinatos de la mujer.
El juicio de Diana quebró la teoría crítica en el Código Penal. ¿Qué está pasando? Matan a una dirigente de los Derechos Humanos trans que toma dominio público y tarda más de tres años en llegar a una sentencia. Hay algo que falla dentro del sistema y dentro de la misma sociedad en el constructo cultural».
El cupo laboral trans
D.R: «Con el cupo laboral trans, ingresaríamos miles de compañeras. Somos tres mil las sobrevivientes, como mucho, que puede haber en el país. Y cambiaríamos internamente. Es muy importante hablar de la construcción de la familia y de la vida.Tengo dos años de jubilación recién con un empleo formal, me pregunto cómo va a ser mi vejez travesti, transexual, teniendo dos años de aporte a mis 40 años».
L.B: «Con un trabajo formal, no nos van a dejar de matar. Tener un trabajo digno no quiere decir que nos vamos a dejar de prostituir. Hay ciertas acciones que se confunden. ¿De qué sirve armar un discurso político correcto diciendo que con el cupo laboral trans no nos van a matar más si desde el Estado no toman la responsabilidad de llamarnos para escribir una Ley? La escriben en nuestro nombre».
Infancias trans
D.R: «Hace 20 años no sabían lo que era género, expresión de género, identidad. Iba a la psicóloga y decía ‘el chico está enfermo’. Te metían en Gendarmería para juntarte con hombres porque eso, supuestamente, te hacía más hombre. Las infancias trans martirizadas se transforman en algo que nos pasó. Hoy soy el resultado de eso, de haber llegado por valiente, por fuerza, tengo derechos porque no me quedé encerrada en mi casa en Salta llorando».
L.B: «La violencia que viven las niñeces trans es inimaginable. No reconocer el autopercibimiento y las maestras sostenerlo desde su genitalidad, no respetarlo. Se dicen maestras de Primaria y son unas caraduras».
Activismo y lucha
D.R: «Se nos mueren nuestras compañeras en nuestra cara, entonces algo tenemos que hacer. Somos activistas por naturaleza. Salís de esa manera, hay que interpelar y empoderarse».
L.B: «La militancia y el activismo de la calle conduce al reclamo popular pero no a la acción real. Tiene que haber otras que vayan e invadan los lugares para una categorización de discurso que sea abrumadora y sea destructora directamente del binarismo, que no quede ni una semilla por crecer del patriarcado. Hay que pegar el salto y hay que empezar a hablar de la teoría-crítica-travesti-trans, es un marco ajeno al binarismo y está escrita en un marco de diversidad universal. Hay que tomar la teoría crítica».
Genocidio
D.R: «A mis 40 años no tengo ninguna compañera viva, están todas muertas. La salud es necesidad y urgencia. Los médicos tienen que tomar esto como parte del sistema porque no conocen el cuerpo travesti o trans. Hay que saber y capacitarse para la salud y todos los lugares a los que vamos».
L.B: «Dentro de los parámetros de lesa humanidad está solamente dejarnos sujetas a la prostitución. La Argentina ha cometido durante una centuria crímenes de lesa humanidad contra el colectivo travesti trans. La revolución travesti va a ser efectivizada. La revolución de las mariposas va a pegar su aleteada más fuerte. Las mariposas de acero que construyó Lohana van a empezar a volar. Se va a romper el paradigma del colectivo travesti trans. Van a quedar las que lloran y van a florecer esas nuevas travestis y trans que están haciendo activismo militante desde otro lugar, desde el lugar de la construcción. La marcha va a ser un quiebre histórico. Si el colectivo deja las peleas intestinas, la marcha por los travesticidos puede convertirse en una marcha popular y monumental».
La marcha será hoy a partir de las 18 en Plaza de Mayo y tendrá como objetivo conmemorar a Lohana Berkins, activista emblemática del colectivo, y continuar su legado y seguir recordando a Diana Sacayán, Pía Baudracco, Maite Amaya y todas aquellas que ya no están.