Redacción Canal Abierto | El 16 de abril del 2018, después de dos años y ochos meses en prisión preventiva sin juicio, Marcela Mendoza fue condenada a cadena perpetua por sobrevivir a un ataque de su pareja, Eduardo Gómez, quien murió quemado luego de intentar prenderla fuego. Aunque aún no hay una fecha fijada, la Cámara de Casación penal bonaerense revisará la sentencia en la que se aportarán nuevas pruebas ya que en la instancia anterior a los jueces no les resultó “creíble” que Marcela haya sobrevivido a un intento de Femicidio.
“Se suspendió la audiencia y estamos esperando una nueva fecha. La buena noticia es que Defensoría del Pueblo se presentó como amigo del Tribunal y con un escrito que apoya una de las tesituras nuestras. Marcela no tuvo contención estatal, estuvo sola en un pueblo y recurrió a instituciones que no le supieron responder. No es clemencia por ser mujer si no que es otra de las irregularidades de la causa”, explica en diálogo con Canal Abierto, Adrián Rodriguez Antinao, abogado de Marcela.
El hecho ocurrió el 9 de agosto de 2015, en la localidad bonaerense de Bartolomé Bavio, partido de Magdalena, a bordo de un automóvil propiedad de Eduardo Gómez, ex pareja de Marcela Mendoza, al producirse un incendio en el cual el hombre sufrió quemaduras en el 70 por ciento del cuerpo, mientras que la mujer tenía quemaduras en su mano derecha.
“No hay ningún elemento de prueba que la involucre. Los pocos indicios que hay la favorecen a ella. Hay un testigo ocasional, casi presencial, que declara que ve a Marcela saliendo de un auto corriendo y al masculino de 120 kilos y 1,80 metros. Es decir, una persona robusta saliendo por el lado del acompañante, en vez de salir por la puerta de él, sale por la puerta de ella, prendido en llamas”, relata Antinao.
Cuando el testigo que pasaba se acercó a preguntar si había alguien más, Eduardo Gómez contestó: “Esta hija de puta me prendió fuego”. En el expediente escrito dice que él notó a Marcela fría, distante y alejada de la situación pero en el juicio relata que la ve como queriendo subir la cerca del campo y que cuando lo ve, se vuelve a donde está él.
“Marcela le dice ayudame que me quiere matar y él le responde quedate atrás mío que yo te protejo. El testigo dice que tenía que lidiar con Marcela y con el hombre y que no sabía qué hacer, hasta que llegó la policía y le dijo que se hagan cargo porque uno dice una cosa y el otro, otra. Por eso decimos que no tiene nada que ver la sentencia con lo que pasó en el Juicio”, explica el abogado.
La mujer policía que declaró dijo exactamente lo mismo. Que llegaron al lugar y lo vio al hombre – Eduardo – mal. “Cuando se relajó dijo sí, yo la conozco – a Marcela- porque una vez le tomé una exposición por violencia de género. Pero esto no se agregó nunca a la causa. También relató que cuando llegó al lugar había un testigo que le dijo háganse cargo cada uno dice un cosa, abonando lo que alegó el testigo”, señala Antinao.
Un grupo de amigos de Eduardo en conjunto con la policía dice que es mala aunque no hay ninguna violencia previa. Todo lo relatado por la mujer policía y el testigo no se encuentra escrito en el expediente. La policía que tendría que haber tomado intervención en la causa es la de Magdalena. Sin embargo, la que intervino es la de Babio. No hubo allanamientos en las casas de ninguna de las dos partes. Nadie vio en el pueblo a Marcela comprar un bidón de nafta. No hubo autopsia psicológica. A pesar de todo, el tribunal entendió que Marcela era peligrosa porque “todos hablaron bien del hombre”. Como nunca denunció agresiones físicas el tribunal entendió que no hubo violencia porque nadie denunció golpes.
Marcela se encuentra privada de su libertad en la Unidad Nº 33 de Los Hornos, La Plata.
Además del Amicus Curiae, presentarán en la nueva audiencia, fotos de su cumpleaños publicadas en su perfil de Facebook en las que le da consejos a su hijo para que “tenga valores” además de diálogos, que aparecen en la red social, que mantenía con los testigos en los que se demuestra que lo dijeron en la causa sobre ella es mentira.