Redacción Canal Abierto | En el segundo día de acampe de la CTA Autónoma frente al Congreso, las mujeres hicieron escuchar su repudio al Presupuesto 2019 que contempla sólo el 0,005% para políticas que tienen que ver con género.
Además, se discutió y puso en evidencia los intereses detrás de la realización de la cumbre del G20 que se llevará a cabo el próximo mes en nuestro país y en el que mujeres empresarias de grandes corporaciones se encuentran participando del Women 20 (W20), un grupo de afinidad con el G20 que surgió a principios de 2015 para apoyar “la promoción del crecimiento financiero”.
La cálida tarde de sol en la Plaza de los Dos Congresos acompañó a mujeres y varones que se acercaron a escuchar a las que se encontraban visibilizando la realidad de muchas otras.
En esta línea, se conformó un panel frente al Congreso, coordinado por Silvia León, secretaria de Género de la CTA Autónoma, e integrado por Karina Almirón, trabajadora despedida del Hospital Posadas, Mariana Rivolta, del Idep, Lucía Marterotte y Victoria Gallo, del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y Betina Müller, del Foro Feminista contra el G20.
“Lo que se enmascara detrás de la inequidad de género es lo que tiene que ver con las políticas de telemarketing, el trabajo domiciliario y reducción salarial. El Poder quiere mandarnos a nuestra casa y evitar todo lo que significa para las mujeres la posibilidad de tener autonomía sobre nuestra vida, la posibilidad de empoderarnos colectivamente”, explicó León.
La crisis y el ajuste que golpea a todos los sectores de la población afecta en mayor medida a las mujeres que, históricamente, se han tenido que ocupar de las cuestiones familiares y las tareas domésticas y que, además, deben trabajar fuera de sus casas para obtener un salario.
“Las mujeres sufrimos doblemente los despidos porque somos sostenes de hogar, así que estamos siendo doblemente atacadas. Se cerraron jardines maternales en muchos lugares del Estado -afirmó Karina Almirón, trabajadora despedida del Hospital Posadas-. No es casual que ahora que las mujeres salimos, tomamos las calles, peleamos por nuestros derechos, nos quieran mandar a trabajar a nuestras casas, porque la calle es el lugar donde socializamos, donde nos organizamos. No es casualidad que, desde que peleamos por el aborto legal, nos quieren mandar a nuestra casa”.
Finalemente, la jornada culminó con un mantra: ¡Nos tienen miedo porque ya no tenemos miedo, el miedo, que arda!