Redacción Canal Abierto | Las declaraciones del canciller Jorge Faurie acerca de la colaboración con Gran Bretaña en políticas acerca de las Islas Malvinas y de la necesidad de acercamiento a los kelpers no pasaron desapercibidas.
Por un lado, fue convocado por el Congreso a que dé explicaciones sobre los alcances de esas colaboraciones y sobre las implicancias internacionales en cuanto al reclamo de soberanía que nuestro país tiene sobre las Islas.
También sumó repudios de distintos sectores. Desde el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) La Plata, su presidente, Mario Volpe, dijo en diálogo con Canal Abierto que esto significa «retroceder en algo que siempre fue una bandera de todos los argentinos».
«A partir de la 2065 (resolución de la ONU), Argentina y Gran Bretaña son los que tienen el conflicto, pero no hay terceras partes. Faurie habla de los dos pueblos y eso queda dudoso, porque está hablando de los isleños. Y los isleños no son un pueblo, sino una población implantada a partir de 1833 -resalta Volpe-. Naciones Unidas dice que los pueblos tienen derecho a la autodeterminación y si uno le otorga el estatus de pueblo, tendrían ellos la posibilidad de autodeterminarse. Y eso no es así, porque Naciones Unidas dice que Gibraltar y Malvinas no son pueblo, sino poblaciones implantadas. Luego plantea que los isleños vengan a la Argentina, como si Malvinas no lo fuera. Les está dando a los isleños una entidad que no tienen. Ellos pueden opinar, pero dentro de la población británica, que es a la que pertenecen. Pero nunca en un conflicto de terceras partes como lo plantea Faurie y eso complica la situación de Argentina».