Redacción Canal Abierto | “Estoy orgulloso de ser gay” “Estoy orgullosa de ser lesbiana” “Estoy orgullose de ser travesti”. El 28 de junio de 1969 el bar Stonewall de Nueva York se transformó en el ícono del movimiento, luego de que el punto de encuentro de lesbianas, gays y travestis, cansadas y cansados de las violentas persecuciones policiales, resistieran tres días.
El bar se convirtió en un ícono del movimiento cuando un 28 de junio de 1969 sus habitantes hicieron retroceder a los policía. Fue la primera vez que se escuchó este estribillo desafiante que opone el orgullo a la marginación.
El 28 de junio de 1992, se realizó por primera vez la Marcha del orgullo Gay-Lésbico en la ciudad de Buenos Aires.
Este año, la histórica marcha cambiará su recorrido y culminará frente a la Catedral. Dos miradas diferentes pero a la vez comprometidas de una marcha colorida, alegre y completamente política.
“Es importante rescatar la historia y hacer la genealogía de la marcha. Cuando nosotras y nosotros marchamos no lo hacemos dependiendo de la comisión organizadora. Una de nuestras consignas es plantearnos en contra de los códigos que criminalizan nuestra identidad, nuestras cuerpas, nuestros deseos nos planteamos en contra del Fondo Monetario Internacional y del G20, nos parece que es importante decirlo, que quede evidenciado”, señala en diálogo con Canal Abierto, Pabli Balcazar de Orgullo en Lucha.
Las consignas para mañana serán «Basta de genocidio trans/travesti. No al ajuste, la violencia y la discriminación. Macri y la Iglesia son anti-derechos». Este año, cuatro agrupaciones decidieron no sumarse, entre ellas la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) que impulsó la primera marcha. Comenzará a las 11 con una feria y a las 17 está previsto que comience la tradicional caravana de carrozas.
“No me gustaría decir que es una marcha dividida. El colectivo LGTBIQ está enfrentando una enorme legitimación del discurso del odio. Desde que ganaron Trump y Bolsonaro sumado a los discursos de odio de la ministra de Seguridad, la verdad que no da lugar a divisiones en este contexto. Parte de lo que fueron las decisiones políticas de las primeras reuniones de este año fue marchar a Plazo de Mayo. Queríamos dirigir nuestro reclamo a la Casa Rosada y a la Catedral. Porque fue un hito muy importante en lo que fue la Campaña Nacional por el Aborto, después de esa experiencia entendimos que el Congreso no tenía más para decir”, señala Ezequiel Rabines de La Cámpora Diversia y parte de la comisión organizadora.
Por lo pronto, desde los diferentes espacios señalan que el desborde y el baile (una de las principales características en los últimos años de la marcha) son completamente políticos y de protesta.
Entre los reclamos se abordarán la necesidad de una ley antidiscriminatoria a nivel nacional, la plena implementación de la ley de Identidad de Género, el cumplimiento efectivo de la ley de cupo laboral trans en la provincia de Buenos Aires; la necesidad de una nueva ley de VIH, hepatitis e infecciones de trasmisión sexual; la reforma de la ley de trata que criminaliza a las trabajadoras sexuales y la separación entre la Iglesia y el Estado.