Redacción Canal Abierto| Radio 2, emisora emblemática de Rosario, sacó del aire a los habituales conductores de la mañana Agustín Lago, Roberto Caferra y Ciro Seisas. Los tres periodistas habían informado el día anterior la conección entre el falso abogado e informante de la DEA con la viuda del líder de la banda Claudio «Pájaro» Cantero, en el marco de una operación para involucrar al ex gobernador Antonio Bonfatti con el narcotráfico, en momentos en los que Bonfatti busca volver al gobierno santafesino.
La emisora en cuestión es parte de Televisión Litoral, integrado por capitales dedicados al turismo y el cambio de dinero y que poseen también el control de La Capital, el diario de mayor tirada de la provincia, y Canal 3, una de las señales de aire más importantes de la zona. «Tienen relaciones muy fuertes con el gobierno nacional, porque la censura parece ser una medida política de una especie de secretaría paralela del Ministerio del Interior de la Nación» contó el periodista y diputado provincial por el Frente Social y Popular Carlos Del Frade.
«Es un dato muy llamativo, por eso en la tarde del viernes se hizo una asamblea de trabajadores del Sindicato de Prensa de Rosario para alertar por lo que puede llegar a ocurrir. El derecho a la información y a la libertad de expresión son más palabras de deseo que una realidad», agregó el diputado. Tras la intervención del gremio, el multimedio anunció que dejaba sin efecto la medida que afectaba a los tres periodistas.
Sobre la información brindada Del Frade sostuvo que «se conocía lo de D´Alessio, pero no que había estado presente, como bien después se demostró, en la investigación del periodista Agustín Lago, que él estaba en las distintas audiencias del juicio que se hizo en la justicia provincial a Los Monos y que determinó la primer condena histórica a una banda narco, por haber cometido tres asesinatos».
Y agregó que «D´Alessio cumple el famoso rol de integrante de un servicio de inteligencia vinculado a los Estados Unidos. Un imperio que, a partir de la asunción de Mauricio Macri y de la enunciación del combate al narcotráfico como relato del macrismo sirvió para quintuplicar la presencia de la DEA en la Argentina y, a partir de allí, jugadas sucias como espionaje contra los opositores».
A modo de conclusión, Del Frade manifestó que «esta fue una maniobra política y grosera que hacen integrantes y agentes que se presentan como que trabajan para la DEA en una injerencia de asuntos internacionales en el control interno de la Argentina que marcan un nivel de dependencia atroz. Nosotros durante mucho tiempo fuimos, somos y seremos muy críticos del socialismo en su relación con el desarrollo vertiginoso que tuvo el narcotráfico en la provincia de Santa Fe en los últimos 12 años. Pero con absoluta sinceridad decimos que esta fue una maniobra política del macrismo»