Redacción Canal Abierto | La creatividad de nuestra dirigencia política mainstream no es descollante. La receta siempre es buscar y señalar a aquellos “malos” para lograr la identificación de “la gente” con el candidato que dice que va a combatirlos. Nuevamente, como en cada año electoral, se volvió a presentar una iniciativa para bajar la edad de imputabilidad a 15 años, en el marco de la presentación del proyecto de Nuevo Régimen Penal Juvenil. Sin embargo, esta vez no fue un candidato cualquiera a la pesca de algún voto distraído. La iniciativa fue presentada por el presidente Mauricio Macri en el inicio de sesiones legislativas, el pasado 1º de marzo, dando el puntapié inicial al debate de un proyecto elaborado por el Ministerio de Justicia con el acompañamiento de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
De todos modos, esta idea de avanzar sobre los derechos de los jóvenes no necesariamente corresponde al ideario Cambiemos. En 2008, Daniel Scioli ya había impulsado la baja de la edad de imputabilidad para delitos graves, una iniciativa que se encargó de reforzar hace dos años. En 2013, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde -en campaña como diputado provincial a la cabeza de la lista del Frente para la Victoria- también utilizó la vieja receta. Ambos casos sirven sólo como ejemplos. Pero no fueron los únicos. Es más, abundan.
Como lo sostuve antes, lo sostengo ahora.
Es necesaria la discusión para consensuar una nueva ley penal juvenil. https://t.co/1Q31rsI2Is
— Daniel Scioli 🇦🇷 (@danielscioli) 5 de enero de 2017
Macri sostuvo en marzo, en su discurso de apertura en el Congreso que este proyectos es “una respuesta del Estado a muchos chicos que van camino de convertirse en delincuentes”. Al respecto, Estela Rojas -del Hogar Chicos del Sur y referente del Encuentro Niñez y territorio- sostuvo: “Este nuevo modelo de la derecha copia un discurso que suena muy parecido al nuestro. Uno tiene que estar muy atento, porque cuando escuchás la presentación del proyecto de ley hablan de ”cuidado hacia los niños”, ya no es un discurso represivo, ya no es ”tenemos que sacar a los chicos que molestan en la sociedad”, sino: “los tenemos que cuidar, los tenemos que abrazar”. Pero la respuesta es la misma es el encarcelamiento de niños y niñas. Entonces, hay que ser muy cuidadoso cuando uno escucha esos discursos”.
Números que duelen
Según el informe presentado recientemente por el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA, 6.100.000 (51,7%) de chicos y chicas viven en hogares con ingresos por debajo de línea de pobreza. De estos casi la mitad sufren privaciones severas de sus derechos fundamentales (Ver nota: Según la UCA, en Argentina 4.700.000 niños y niñas son pobres).
“Hoy la forma de hacerse presente el Estado en los barrios es a través de la ausencia. Solo se manifiesta a través de la policía. Malamente en las escuelas, malamente en la salud. Y ninguna otra alternativa. Hay una cuestión de construcción simbólica; hay chicos y chicas que están por cumplir los 18 años y sienten que ese es el momento en el que van a poder pedir un plan asistencial. Porque no hay generación de otras posibilidades en términos simbólicos inclusive. Es una lucha constante de nosotros, de nuestras organizaciones, tratar de construir juntos los caminos para quebrar eso que parece ser lo que nos tiene destinado este sistema”, sostuvo Rojas.
Estela participó en nombre del colectivo de organizaciones y trabajadores “Niñez y territorio” en las audiencias preliminares al tratamiento del proyecto de Ley en el Congreso. Allí iba a ser acompañada por Gloria, una adolescente del hogar, escuela y escuela agrotécnica Ruca Hueney, con sede en General Rodríguez. Pero, insólitamente, en un ámbito donde se debate la vida y el peso de la ley sobre sus cuerpos, los pibes y las pibas no tienen voz. A Gloria no se le permitió participar por ser menor de edad. Presente en Canal Abierto, sostuvo: “No queremos que ese proyecto sea ley. Antes que los pibes y pibas vayan presos sería mejor que haya organizaciones, centros educativos, deportes para los pibes, que haya adultos que los acompañen. No meterlos presos que es lo que creen que es la solución y no lo es”.
Entrevista completa: