Redacción Canal Abierto | En medio de fuertes críticas, insultos y amenazas de ruptura, la Convención de la UCR del martes pasado terminó alimentando la obstinada decisión presidencial de competir en las elecciones generales de este año.
Aunque se descontaba la resolución a favor de la continuidad en la alianza Cambiemos, el escandaloso miting radical no hizo más que evidenciar la cuota de responsabilidad de Mauricio Macri en la sangría electoral de los últimos meses. De hecho, varios referentes locales de la UCR buscaron despegar su imagen de la del Presidente, removiendo su fotografía de afiches y spots televisivos e incluso desconociendo su liderazgo al interior de la coalición.
Es que en lo que va de este año, las cuatro elecciones generales (Neuquén, Río Negro, Córdoba y La Pampa) y las cinco primarias (La Pampa, San Juan, Chubut, Entre Ríos y Santa Fe) sólo fueron para disgustos en la Rosada. En cada una de ellas resultaron victoriosas las distintas versiones peronistas o coaliciones provinciales, dejando a Cambiemos en segundo -o incluso tercer- lugar.
En lo inmediato, todo indica que en dos de las tres pruebas electorales de este domingo 2 de junio, el macrismo seguirá con su derrotero de fracasos.
En Misiones, los sondeos anticipan lo que podría ser una holgada victoria del Frente Renovador de la Concordia, que postula al vicegobernador Oscar Herrera Ahuad, frente al candidato de Cambiemos y presidente del PRO nacional, Humberto Schiavoni.
Si bien la hegemonía del oficialismo misionero viene siendo contundente en los últimos años -gobierna desde 2003 y controla los 76 municipios de la provincia-, la derrota que sufriría el macrismo este domingo no es ajena al derrumbe en la imagen presidencial. De hecho, la floja cosecha de votos misioneros en ciernes contrastaría con elecciones recientes. Incluso muchos anticipan una posible caída al tercer puesto gracias al avance del Frente Popular Agrario y Social (coalición integrada por el Partido Agrario y Social, Unidad Popular, referentes de la CTA, el Movimiento Libres del Sur, el Partido de los Trabajadores y del Pueblo, Partido Socialista Provincial, entre otros). Estos últimos confían hacer pie en varios distritos rurales, como san Vicente (el más grande de los 4), Colonia Mado, Pozo Azul (municipio creado en 2017 que elegirá intendente por primera vez en su historia) y Azara.
Cabe señalar que en la tierra colorada no hay elecciones internas y quien triunfe este fin de sucederá a Mario Passalacqua. Además, este domingo competirán 627 sublemas en un polémico -y complejo- sistema que suele beneficiar a los oficialismos. Su particularidad es que no solo se vota a un candidato o a una lista en particular y que ese voto puede favorecer a otro candidato u otra lista.
La otra contienda de peso en que Cambiemos aguarda recibir una paliza este domingo será en la provincia de San Juan. El gobernador Sergio Uñac arrasó en las primarias de marzo con casi el 56%. De cara a las generales, todo indica que al menos repetirá el caudal de votos. Es más, por estas horas la expectativa de la versión local cambiemita, el Frente Con Vos que encabeza Marcelo Orrego, es que el peronista no termine por ampliar la diferencia de 34 puntos de las PASO.
Por último, los resultados de Corrientes se podrían convertir en la primera buena noticia del año para Mauricio Macri y compañía. En este caso, sin embargo, será para renovar las dos cámaras del poder legislativo provincial, ya que por problemas institucionales de décadas pasadas la provincia quedó desfasada en el calendario electoral.
El radicalismo, que lidera la alianza ECO (eliminó la palabra Cambiemos de su nombre), se presenta como el espacio favorito frente un peronismo atomizado. El esfuerzo por tomar distancia de la desdibujada figura presidencial por parte de los candidatos Enrique Vaz Torres y Pedro «Perucho» Cassani contrasta con la participación en el acto de cierre de campaña del ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
En definitiva, este domingo Misiones y San Juan prometen dar continuidad a la debacle electoral cosechada por Cambiemos en 2019. Será cuestión de tiempo saber si Corrientes se convertirá en el brote verde tan ansiado por Macri de cara a las elecciones nacionales o, en definitiva, sólo un bálsamo entre tanta malaria para el Gobierno nacional.