Redacción Canal Abierto | La tinta es una cooperativa de trabajo que ya tiene tres años haciendo comunicación. “Allí confluimos gente de diversos caminos”, cuenta en diálogo con Canal Abierto Débora Cerutti, periodista e integrante de La Tinta y del Colectivo Manifiesto, ambos emprendimientos que formaron parte del lanzamiento de Ideas Menores. Pensar con los pies en la tierra, un libro que compila el trabajo realizado en la cátedra libre, realizada durante el año pasado, que llevó el mismo nombre.
La iniciativa de formación respondió a la necesidad de pensar la comunicación política entre medios y entre trabajadores que se desempeñan en esa área en distintas organizaciones. “Allí confluyeron distintas experiencias y empezamos a preguntarnos sobre cómo comunicamos lo que queremos comunicar. Entonces decidimos que teníamos que profundizar nuestra formación en feminismo, en extractivismo, y en colonialismo –relata Cerutti-. A partir de toda esa experiencia decidimos sacar este material de educación popular que busca sistematizar la experiencia de la cátedra y estos pensaros de las luchas”.
Ideas menores… recoge distintas experiencias comunicaciones. El primer recorrido atraviesa el territorio del Antigal y la Casona Comechingon del Pueblo de la Toma, en Barrio Alberdi, Córdoba, junto a la historiadora Silvia Rivera Cusicanqui, del Colectivo Ch’ixi, y reflexiona sobre la forma de “descolonizar” nuestro discurso. Otro, por la Comunidad Piedra Blanca junto al escritor y periodista Raúl Zibechi, piensa las herramientas para una comunicación “no extractivista”. Un tercer dossier aborda las luchas feministas y las violencias contra las mujeres y diversidades junto a la escritora Mariana Menéndez Díaz, del Colectivo feminista Minerva, y las integrantes de Casa Comunidad, del Encuentro de Organizaciones. Y el cuarto detalla la lucha del pueblo de Malvinas Argentinas contra la multinacional Monsanto que evitó la construcción de una planta de semillas de maíz transgénico, junto al periodista Darío Aranda, el investigador Horacio Machado Aráoz, e integrantes de la cooperativa Malvinas Agroecológica.
“Somos lo que escribimos, somos el periodismo que hacemos –cita Cerutti-. Y el periodismo que hacemos no responde a las lógicas hegemónicas ni queremos que responda. Creemos que en nuestro modo de vincularnos con las personas que entrevistamos, sabiendo que estamos muchas veces pisando territorios en conflicto, con dolores, con muchas cargas históricas que se van acumulando en los cuerpos, una de las claves es el cuidado”.
El libro, que acaba de presentarse y puede conseguirse a través de la página de La tinta, es el segundo de su sello Hasta Mancharse Ediciones, y fue posible gracias a la colaboración de la Fundación Rosa Luxemburgo, en cuya sede también está disponible.
Trabajo en red
“Esta apuesta a la cátedra y a la formación entre medios también viene a potenciar las redes. El conocernos cara a cara, ver que estamos haciendo cosas similares, problematizar qué cosas muchas veces en los medios se nos presentan como una dificultad y que podemos compartir experiencias sobre cómo afrontamos esas dificultades también. A partir de la cátedra se potenciaron mucho las cuestiones colaborativas”, resume la periodista quien, junto con Martín Villarroel Borgna, fue parte de la idea, realización y producción integral de la publicación.
Para un periodismo que maneja otra agenda pero que también se propone contar los temas que abordan los grandes medios desde una mirada más humana, pensar cuáles son estas nuevas formas está en constante debate.
“Somos lo que escribimos, somos el periodismo que hacemos –cita Cerutti-. Y el periodismo que hacemos no responde a las lógicas hegemónicas ni queremos que responda. Creemos que en nuestro modo de vincularnos con las personas que entrevistamos, sabiendo que estamos muchas veces pisando territorios en conflicto, con dolores, con muchas cargas históricas que se van acumulando en los cuerpos, una de las claves es el cuidado y (hay que) construir una ética que responda también a ese cuidado. El periodismo que hacemos no es neutro. Escribimos desde un lugar que es en las luchas y en los territorios que habitamos. De ahí también la idea de ‘pensar con los pies en la tierra’. No hacemos un periodismo que se haga desde una oficina”.